La Generalitat ha decidido "congelar" las negociaciones con Ryanair en el Aeropuerto de Girona porque la aerolínea ha rechazado su última propuesta —7,5 millones de euros por cuatro millones de pasajeros al año, más un hangar, hotel y escuela de personal—, y exigir en cambio el doble, 15 millones, por tres millones de pasajeros.

En rueda de prensa este miércoles, el director general de Transportes y Movilidad de la Generalitat, Ricard Font, ha explicado que se ha tomado esta decisión porque necesitan que la aerolínea respete la "seguridad jurídica" a la hora de negociar y "cumpla los contratos y los convenios que ahora tiene firmados".

Font, que se ha reunido esta tarde con la mesa estratégica para el impulso y el traspaso del aeropuerto de Girona-Costa Brava, ha reclamado a la compañía de bajo coste que reanude los vuelos que suprimió en Girona y siga en Reus, tras anunciar que abandonará esta plaza a partir de octubre, para él, eso sería dar muestras de seguridad y compromiso.

"Lo que pide Ryanair es una cifra desorbitada, el doble por un millón de pasajeros menos, por eso hemos decidido congelar la negociación hasta que no haya claras muestras de que habrá seguridad y de que lo que se firme se cumplirá", ha expuesto Font.

Aún así, ha admitido que estarán dispuestos a negociar siempre que haya seguridad jurídica, "no somos más o menos valientes que nadie, estamos en un callejón sin salida, es complicado, por eso pedimos seguridad".

"15 millones por tres millones de pasajeros es admisible, me parece una salida de tono", ha asegurado Font, acompañado de los principales representantes de las instituciones y entidades gerundenses, como el delegado de la Generalitat en Girona, Eudald Casadesús, o el presidente de la Cámara de Comercio de Girona, Domènec Espadalé.

Font ha insistido en que, si tienen seguridad jurídica y el compromiso de la compañía de que cumplirá con los convenios firmados y que no se podrán modificar, continuarán negociando pero con la última propuesta que hicieron a los irlandeses.

La última propuesta

La Generalitat presentó a Ryanair una última propuesta el pasado 20 de junio y atendía a las demandas de la compañía irlandesa con la intención de cerrar un acuerdo lo antes posible y salvar la temporada de invierno y las próximas, de 2012 a 2016.

Según explicó el mismo Font, en términos económicos la propuesta entregada era la misma que el ejecutivo tripartito hizo en su momento en el preacuerdo, es decir 7,5 millones de euros por dos millones de pasajeros de llegada (es decir cuatro millones de pasajeros en realidad) y cuatro millones de euros más como contraprestación por el tema de tasas aeroportuarias.

En contrapartida, la intención de la Generalitat era conseguir el arraigo de la compañía de 'low cost' para que no abandone Girona, por ello le ofreció una serie de contraprestaciones, que ella misma había sugerido: derecho de superficie para la sesión de unos terrenos para gestionar un hotel, un centro de formación de tripulantes de cabina y la construcción de un hangar en el aeropuerto.

"comerciales de aena"

"Me siento comercial de Aena", ha reconocido Font durante la rueda de prensa y es que se está trabajando mucho para promocionar aeropuertos como los de Girona o Reus en toda Europa y Aena no participa en la negociación de ninguno de los convenios.

Aena gana once millones de euros al año en Girona después de impuestos y los destina a pagar el déficit de aeropuertos como los de Barcelona y Madrid, ha expuesto Font; además, no ofrece tasas muy diferencias entre los principales aeropuertos y los secundarios, por lo que hace que Barcelona y Madrid sean atractivos para las compañías low-cost.

Font ha insistido en que la idea de la Generalitat es que el aeropuerto de El Prat sea un hub intercontinental, y ha admitido que el hecho de que haya aerolíneas low-cost en Barcelona "va en contra de los intereses del Govern y es que El Prat no tiene que estar lleno de low-cost, ya que impide el objetivo de país, que Barcelona sea un aeropuerto intercontinental".

Por todo ello, Font ha recordado que la "solución estructural" a estos problemas es el traspaso a la Generalitat de los aeropuertos de Reus, Girona y Sabadell, y la mayor participación en el nuevo sistema de gestión del aeropuerto de Barcelona.