Tres contendientes de un partido de pádel disputado el 16 de marzo de 2010 se volverán a ver las caras mañana, aunque esta vez no en la pista y pala en mano sino en el banquillo de la Audiencia de Valladolid y acompañados de sus respectivos abogados, al figurar imputados en un procedimiento derivado de la pelea que la noche de autos protagonizaron al término del encuentro y a resultas del cual todos ellos sufrieron distintas lesiones.

La mayor de las penas solicitadas por el Ministerio Fiscal se dirige para un varón de 54 años, Pedro Luis H.C, en concreto dos años de prisión por delito de lesiones y el pago de indemnizaciones por importe total de 12.780 euros, mientras que los otros dos compañeros de partido y pelea, Sergio H.R. y José Ignacio S.G, se exponen el primero a una multa de 180 euros por una falta de malos tratos y el segundo a 960 euros de multa por dos faltas de lesiones y al pago de una indemnización de 520 euros, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.

Aunque en el escrito del fiscal no se especifica el detonante de la reyerta, la misma aconteció al término del partido de pádel que los tres jugadores disputaron el día de los hechos en el Centro Deportivo Covaresa (CDO), sito en el Paseo de Zorrilla, y en su transcurso Sergio H.R, de 20 años, golpeó presuntamente con su pala a José Ignacio S.G, de 28, en el costado izquierdo y este último propinó al anterior varios puñetazos en la cara.

A la refriega se unió entonces el tercer imputado, Pedro Luis H.C, de 54 años, que forcejeó con José Ignacio S.G. y ambos llegaron a agredirse mutuamente.

Fruto de lo ocurrido, los tres procesados precisaron asistencia sanitaria, aunque la peor de las partes se la llevó José Ignacio, que sufrió la fractura de la falange de dos dedos de la mano izquierda, tuvo que ser operado—se le tuvo que colocar material de osteosíntesis—y padece desde entonces distintas secuelas, entre ellas la limitación funcional de las articulaciones afectadas.

Por su parte, su supuesto agresor, Pedro Luis, sufrió contusiones y erosiones en ambos brazos, mientras que el tercer supuesto implicado, Sergio, tuvo que ser atendido de una artritis postraumática en la mandíbula que le produjo una limitación de la apertura oral, además de un hematoma en el labio inferior y la subluxación de dos piezas dentales.