La extinción de la plantilla de Hibramer constará de cinco fases y comenzará la próxima semana con 51 primeros empleados

El acuerdo alcanzado entre los administradores concursales de la empresa vallisoletana de Hibramer para la extinción progresiva de las relaciones laborales de la totalidad de la plantilla se ejecutará en cinco fases y comenzará a aplicarse a partir de la próxima semana con la salida de los 51 primeros trabajadores.

El acuerdo alcanzado entre los administradores concursales de la empresa vallisoletana de Hibramer para la extinción progresiva de las relaciones laborales de la totalidad de la plantilla se ejecutará en cinco fases y comenzará a aplicarse a partir de la próxima semana con la salida de los 51 primeros trabajadores.

Así se lo han comunicado hoy los administradores al Comité de Empresa de la mercantil de ovoproductos, perteneciente al Grupo Nueva Rumasa y en situación de concurso de acreedores, con lo que será previsiblemente mañana viernes cuando se cuelgue en el tablón de anuncios de Hibramer el listado con el nombre de los trabajadores afectados y la inclusión de éstos en cada una de las cinco fases citadas, en las que se extinguirán primero los contratos de 51 y posteriormente, en sucesivas etapas, los de nueve, dieciséis, diez y seis.

El portavoz del Comité de Empresa, Miguel Ángel Montalvillo, en declaraciones a Europa Press, ha explicado que la idea de los administradores es mantener durante cierto tiempo a treinta y dos operarios, los correspondientes a las tres últimas fases del proceso liquidador, con el fin de mantener una cierta actividad a la espera de que alguna de las empresas interesadas en alquilar las unidades de producción de Hibramer—sobre todo de los gallineros, el centro de clasificación y el área de ovoproducto, huevo líquido y cocido ubicados en Aldeamayor de San Martín—lleguen a un posible acuerdo en este sentido.

En caso afirmativo, Montalvillo ha recordado que las empresas arrendatarias tendrían que comprometerse a contratar, al menos en un 80 por ciento, a antiguos trabajadores de Hibramer, si bien el portavoz de los afectados ha asegurado desconocer cuáles son las mercantiles que siguen interesadas porque los administradores les han denegado tal información con el fin de evitar posibles filtraciones a la prensa y que éstas den al traste con las negociaciones.

Mientras tanto, la plantilla sigue a la espera de cobrar los cinco meses que, una vez concluido el mes de junio, aún se les adeudan y que constituyen el tope máximo que puede abonar el Fogasa. A partir de entonces, Montalvillo ha advertido de que los trabajadores que permanezcan en la empresa empezarán a tener problemas "porque el Fogasa ya no estará ahí y ya no tendrán de dónde cobrar y la situación no la podrán soportar durante mucho tiempo".

Lo que sí parece claro es que Hibramer, como tal firma, desaparecerá irremediablemente tras medio siglo de vida al soportar en estos momentos un pasivo que ronda los 100 millones de euros.

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