La Policía Nacional de Jaén ha constatado un "brote espectacular" de simulación de delitos, después de haber confirmado que once personas en apenas un mes interpusieron denuncias falsas, sobre todo por sustracciones, aunque también llegaron a plantear hechos "más graves".

Así lo indicado este jueves en rueda de prensa el responsable de Prensa y Protocolo de la Jefatura Provincial de Policía de Jaén, Diego Moya, quien, tras precisar que se investiga un posible caso más, ha explicado que cada uno narraba "una historia diferente" y no había conexión alguna entre quienes han denunciado en falso.

Según ha manifestado, estas once personas denunciaron haber sido víctimas de robos con fuerza, tirones, hurtos en domicilios e, incluso, hechos "más rocambolescos", como un atraco con armas de fuego. "Este señor dijo que iba en su coche y le interceptó otro vehículo del que se bajaron tres personas con armas de fuego y lo conminaron a entregarles todo lo que tuviera y el propio coche", ha comentado.

Con respecto a las causas o beneficios que podrían llevar a simular el delito, Moya ha afirmado que no son homogéneas y van desde denunciar la sustracción de algún elemento asegurado para cobrar la cantidad correspondiente hasta la ocultación de determinadas circunstancias personales.

En este sentido, ha puesto como ejemplo que una de las personas implicadas era ludópata y trataba de esconder su adición a las tragaperras o que otro denunció el robo de la cartera por cuatro personas que también lo agredieron, llegando a presentar, además, un parte de lesiones. Al final, resultó que había perdido sus efectos y se había caído como consecuencia de una intoxicación etílica después de acudir a un club de alterne.

Ante estas situaciones, el responsable de Prensa y Protocolo de la Jefatura Provincial ha querido hacer un llamamiento a la ciudadanía porque este tipo de comportamientos supone un perjuicio para la sociedad y va en detrimento de quienes verdaderamente han podido ser víctimas de un hecho delictivo.

"Cada vez llega una denuncia, los investigadores se ponen a trabajar y cuando es algo falso no sólo se les hace perder el tiempo, que podrían estar investigando otros casos, sino que, junto al despliegue humano, supone un gasto material y económico", ha destacado Moya, quien ha recordado que denuncias falsas "ha habido siempre", si bien este "brote espectacular no se ha dado nunca". Las once personas han sido acusadas de simulación de delito tipificado en el Código Penal por el que, según ha dicho, se enfrentan a una multa, siempre que no sean reincidentes.