El conseller de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat, Lluís Recoder, ha inaugurado este miércoles la puesta en servicio del desdoblamiento de la C-31 entre Palamós y Platja d'Aro, tras unas obras que se han alargado dos años.

Según un comunicado de la Conselleria, el nuevo tramo de autovía, que alcanza 13 kilómetros de longitud y ha supuesto una inversión de 88 millones de euros, permite que los vehículos circulen con continuidad por una vía desdoblada de 48 kilómetros desde la salida de la AP-7 en Maçanet de la Selva hasta Palafrugell.

Las obras, que se iniciaron en la primavera de 2009, también han incluido la construcción de seis enlaces, a la vez que se han instalado pantallas acústicas en los tramos en que la C-31 pasa por núcleos urbanos.

Recoder ha señalado que por esta vía pasan cerca de 32.000 vehículos los días de verano, mientras que los días laborables del resto del año circulan 20.000, a la vez que ha destacado la complejidad de la obra.

Para integrar la vía desdoblada en el entorno, se procederá a adecuar los pasos de fauna, ajardinar los enlaces y rotondas y a realizar la revegetación de los taludes, actuaciones que supondrán una inversión de 1,7 millones de euros.