El grupo de 'indignados' que se ha concentrado este miércoles en las inmediaciones del Congreso de los Diputados decidieron levantar su protesta y dirigirse después a los juzgados de la Plaza de Castilla para pedir la absolución de algunos de sus miembros, que fueron detenidos por altercados anteriores.

Tras considerar en asamblea que ya habían logrado "su objetivo", decidieron de forma unánime irse a Plaza de Castilla. Una treintena de jóvenes se concentraron durante aproximadamente una hora frente a los juzgados para exigir libertad "sin ningún cargo" para las personas arrestadas en las manifestaciones convocadas en los últimos meses contra el sistema actual.

Estas personas han llegado a los juzgados de Plaza de Castilla poco antes de las once de la mañana y han coreado consignas como "Que no, que no, que no nos representan", "Que no, que no, que no tenemos miedo" o "Pueblo manso, buen esclavo". Algunos de los congregados han explicado que este miércoles habían sido citados en estos juzgados algunos de los doce detenidos el pasado 7 de abril tras la manifestación convocada por la plataforma Juventud Sin Futuro, aunque no han sabido dar más detalles.

Tras permanecer una hora sentados frente a las puertas de los juzgados, los congregados se han levantado y se han marchado para volver frente al Congreso. Los congregados han sido vigilados por cuatro Unidades de Intervención Policial (UIP) o antidisturbios y varios efectivos de la Policía Municipal de Madrid.

Por su parte, el vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, se ha mostrado este miércoles abierto a escuchar las demandas del movimiento de protesta del 15-M, y ha reconocido que no se debe "demonizar" a estos colectivos pero tampoco, ha advertido, "regalarles los oídos".

Además, el presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, ha instado este miércoles a los 'indignados' que escuchen "por inteligencia" a los políticos. En una entrevista en Telecinco, Bono ha recordado a los manifestantes que escuchar a la clase política es "bueno" y no "sólo" por educación sino además "por inteligencia" al igual que, ha reconocido, es bueno también que los políticos les escuchen.

"Conviene que los españoles nos escuchemos y escuchar al que discrepa es bueno. Hay que tener los oídos bien abiertos y escuchar las críticas", ha insistido el presidente del Congreso. Asimismo, Bono ha querido recordar al Movimiento 15M el valor de la democracia española cuya regla, y "único imperio", es el cumplimiento de la ley.

Cerca de 200 'indignados' pasaron la noche con total normalidad, concentrados en la madrileña plaza de las Cortes, en las cercanías del Congreso, para protestar ante los diputados que votan a lo largo de la jornada la reforma de la negociación colectiva. Los indignados han recibido a los diputados al grito de "No tenéis vergüenza".

Los manifestantes, la mayoría de ellos jóvenes, comenzaron a recoger sobre las seis y media de la mañana su improvisado campamento, con mantas y esterillas que les aislaban del suelo, mientras que un coche particular se acercó para repartirles café.

La Policía Nacional mantiene las barreras de vehículos instaladas este para impedir que los jóvenes lleguen a la sede del Congreso en la Carrera de San Jerónimo a la celebración de la sesión de control del Gobierno a la que asiste el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

El control de acceso a la calle del Congreso es muy estricto y desde la Plaza de Neptuno la policía impide el acceso a la zona salvo que se justifique que se tiene que pasar.

El cordón policial se encuentra instalado al inicio de la Carrera de San Jerónimo, de manera que los manifestantes han estado en la esquina del Hotel Palace y en la entrada del aparcamiento de las Cortes, lo que ha impedido el paso de los vehículos que tuvieron que dar una vuelta y entrar por otro acceso, pasando por delante de los manifestantes.

Los 'indignados' instalaron una pancarta de lado a lado de la calle en la que se leía la palabra "respeto" y en tono festivo lanzaron consignas como el ya reiterado "que no, que no, que no nos representan", "fuera, fuera", "esta crisis no la pagamos", o "diputado el que no bote".

La tensión no pasó de los gritos y la normalidad y la ausencia de incidentes marcaron el inicio de la jornada. A juicio de algunos manifestantes, dicha reforma "endurecerá el mercado laboral y supondrá la bajada de los salarios y el incremento de jornadas".  Los 'indignados' acusan a la patronal de querer otorgar a la dirección de la empresa todo el peso en las decisiones internas ya sea en temas salariales como de movilidad empresarial.

Asimismo, muestran su rechazo a la propuesta defendida por la patronal madrileña CEIM de un contrato único con una indemnización de 20 días por año trabajado. Denuncian la idea de ligar los salarios a la productividad y de extender hasta tres años los contratos en prácticas para los titulados.

Rechazan la afirmación de quienes dicen que no hay alternativa y argumentan que, con austeridad y recortes como los que plantea ese texto europeo, no hay salida a la crisis. Los 'indignados' consideran que el pacto del euro supone una "pérdida de soberanía" de los Estados en favor de organismos "no democráticos".