Imagínese que recibe una carta de la Agencia Tributaria en la que oficialmente le dan por muerto y remiten a sus herederos a acudir personalmente a la Administración para recoger allí el borrador de la declaración de la renta. Pues 25 personas han sido contabilizadas como fallecidas por el fisco durante esta campaña, según la investigación llevada a cabo por Hacienda después de que el líder popular Javier Arenas denunciara haberlo sufrido.

¿A qué se deben estas defunciones falsas? Al parecer, se trata de un problema en una aplicación informática que mandaba un comunicado de defunción en vez del de borrador. Los técnicos de Hacienda (Gestha) sin embargo estiman que la cifra de contribuyentes 'liquidados' es de al menos unas 10.000 personas, debido a un fallo de programación en el software que la Agencia Tributaria utiliza esta campaña.

Han 'liquidado' a aquellos que cambiaron de domicilio y no lo comunicaron. Si les enviaban un requerimiento por carta a su antigua vivienda, esta les era devuelta por el cartero con la anotación Desconocido/a; lamentablemente, el catálogo de casillas del programa del borrador no admitía la opción de traslado, y se le daba automáticamente por muerto", explica José María Mollinedo, secretario general de Gestha.

Los casos de contribuyentes vivos, pero dados por muertos, son los más numerosos este año. También los hay –son menos frecuentes– los de personas que reciben borradores de la Renta de familiares que llevan ya muchos años muertos. Es el caso de Charo Gema F. P., a quien hace un mes la Agencia Tributaria remitió un "borrador de declaración pendiente de confirmar" a nombre de su padre, quien falleció en 1990. Incidentes como este, aunque molestos, no suelen provocar quejas ya que en muchas ocasiones los parientes descubren así ingresos que no eran conocidos.

Desde Gestha aconsejan descargar de la página web la guía de la declaración para comprobar el borrador y dedicar a ello unas dos horas, ya que al menos un tercio de los borradores "contienen errores u omisiones que perjudican a los contribuyentes. La ciudadanía se fía de la publicidad que recalca lo sencillo que es confirmarlo".