Los sindicatos CCOO y UGT han pedido al movimiento 15M que pase por "un proceso de maduración" para poder realizar acciones teniendo en cuenta que "las ideas y las reivindicaciones son las mismas", aunque reconocen que es "algo difícil" porque se trata de una plataforma "sin interlocutores" que "rechazan a partidos políticos y sindicatos por igual".

Así, la secretaria general de CCOO, Katiana Vicens, ha reconocido que "puede entender que tengan una concepción de los sindicatos de que estamos en el mismo saco, algo que no comparto", ha añadido al respecto. No obstante, después de insistir en la petición de "más madurez" para el movimiento, ha dejado una puerta abierta para "ver cómo nuestras acciones convergen".

Por su parte, el secretario general de UGT, Lorenzo Bravo, ha rechazado la idea de que los indignados se hayan adelantado a los sindicatos a la hora de movilizarse, sobre todo en referencia al Pacto del Euro. Para Bravo, los sindicatos "se dedican a cumplir el calendario de la Confederación Europea de Sindicatos".

Aún así, Bravo ha querido alabar el movimiento porque le parece "un soplo de aire fresco que debe remover las conciencias de todos". El líder sindical espera que "el aire" del 15M no "se vaya por las rendijas porque se trata de un movimiento muy heterogéneo y sus ideas tendrán que converger en algún punto". Asimismo, ha expresado la necesidad de que se constituyan interlocutores para que "representen a los indignados".

En este punto, el secretario general de UGT ha pedido "respeto" a los representantes de democracia real "que se 'cachondean' en televisión de los sindicatos porque nosotros aquí les tratamos con respeto".

En la misma línea que Vicens, Bravo es consciente que los sindicatos son parte del sistema porque "cumplen una función institucional y constitucional". De esta manera, ha enfatizado que "es mejor que a los indignados no se les suba nada a la cabeza porque se trata de ir con moderación" y, como ha asegurado la líder de CCOO, de "sumar esfuerzos entre todos".