El astillero Armon podría comenzar su actividad en el antiguo astillero Juliana en septiembre con la reparación de algún barco y la contratación de alguno nuevo para enero, según fuentes sindicales, quienes han señalado que para entonces la mayor parte de los excedentes de Naval Gijón estarán ya recolocados en otras empresas y han mostrado sus dudas sobre si el armador, aunque admita a alguno de estos trabajadores, ofrecerá contratos indefinidos a estas personas.

Cabe recordar que los excedentes de Naval están pendientes del cumplimiento de los acuerdos de recolocación en Juliana firmados entre el Principado, Pymar y los sindicatos, con motivo del cierre del astillero. Tras el proceso de liquidación de Juliana y su adquisición por Armon, los ex trabajadores de Naval siguen a la espera y han llevado a cabo diversas movilizaciones, aunque una parte ya se ha ido recolocando en otras empresas como Daorje.

Asimismo, las mismas fuentes han apuntado que del resto de personas a recolocar en el astillero una vez que inicie su actividad, los que menos problemas van a tener son los de oficio, debido a la falta de personal cualificado, como el caso de los gruístas, mientras que los de oficina, tienen una situación más complicada.

El caso es que el mandato ha finalizado sin que se diera cumplimiento a los acuerdos y que ni el Gobierno entrante ni Armon suscribieron el citado pacto de recolocación. Algunos excedentes se encuentran en situaciones "delicadas", según los sindicatos, al acabárseles las prestaciones por desempleo.

Pese a todo, otras fuentes sindicales han apuntado a Europa Press que ve difícil que pueda comenzar su actividad en septiembre da la situación actual del sector naval en general, que atraviesa serias dificultades.

De hecho, señalan que incluso Armon no está pasando un buen momento en su factoría en Vigo, a lo que suman que aunque se hubiera acordado la construcción de algún barco, será complicado que encuentren financiación. Sobre las recolocaciones, las han considerado arbitrarias al no tener en cuenta a los excedentes en peor situación, es decir, los más cercanos a la jubilación o que hayan agotado las prestaciones.