El presidente del Banco Santander, Emilio Botín, ha anunciado que la entidad espera alcanzar en 2011 un beneficio neto en línea con el de 2010, cuando obtuvo una ganancia de 8.181 millones de euros, lo que supuso una reducción del 8,5% en relación al ejercicio precedente.

En los primeros meses del presente ejercicio, la entidad ha confirmado su capacidad de generación de resultados recurrentes y en el segundo semestre se ha mantenido esta tendencia, especificó el presidente del Santander durante su intervención en la junta de accionistas.

Asimismo, el Santander mantendrá el dividendo en 0,60 euros por acción, después de que el consejo de administración de la entidad acordara este jueves abonar desde el 1 de agosto el primer dividendo a cuenta del ejercicio 2011, de 0,13 euros por acción, igual que el pagado en 2010.

"Estoy convencido de que el potencial real de resultados del banco se verá reflejado en importantes tasas de crecimiento de nuestros beneficios en los próximos años", aseveró el presidente del primer banco español.

El 'pay out' se mantendrá en torno al 50%, agregó.

Botín enfatizó que el comportamiento de la acción Santander no se corresponde en absoluto con la trayectoria que marcan los resultados en los últimos años ni con la solidez de su balance, y que ésta se ve penalizada por los problemas de confianza que pesan sobre la Eurozona, así como por el castigo a los valores financieros.

La acción, con una rentabilidad por dividendo a los precios actuales del 7,5% es claramente una excelente oportunidad de inversión", sostuvo Botín, tras subrayar que el grupo profundizará en la diversificación geográfica del negocio y la fortaleza de balance, entre otros objetivos.

Dentro de su estrategia, el banco analizará las oportunidades de adquisición "con lupa" que encajen en su modelo de negocio y supongan una aportación de valor clara para los accionistas a medio plazo.

Así, aclaró que el objetivo del Santander no es el tamaño por el tamaño, sino la solidez y rentabilidad del banco.