Dos años de cárcel para el cuidador de un centro de acogida de menores por exhibicionismo sexual

La Audiencia Provincial de Cantabria ha confirmado la pena de dos años de prisión y 10 de inhabilitación para su profesión impuesta al educador social de un centro de acogida de menores por sendos delitos de exhibicionismo sexual cometidos ante dos chicas de 15 y 16 años que estaban a su cuidado.

La Audiencia Provincial de Cantabria ha confirmado la pena de dos años de prisión y 10 de inhabilitación para su profesión impuesta al educador social de un centro de acogida de menores por sendos delitos de exhibicionismo sexual cometidos ante dos chicas de 15 y 16 años que estaban a su cuidado.

El acusado, José Agustín Pelayo H.A., trabajó en el centro, situado en la zona oriental de Cantabria, entre el 1 de junio y el 11 de agosto de 2009, fecha en que fue despedido después de que las dos menores contaran lo que les había ocurrido a cada una de ellas por separado.

En ambos casos, el hombre aprovechó que se encontraba sólo con la chica en el salón de la televisión del centro para tumbarse en un sofá y, simulando que estaba dormido, introducirse una mano dentro del pantalón y "masturbarse", emitiendo "inequívocos jadeos y sonidos propios de dicho acto sexual", según relata la sentencia.

La primera vez que lo hizo fue el 26 de julio, entre las 22 y 22.30 horas, ante la menor de 15 años, que optó por "fingir" no haberse dado cuenta de lo sucedido y a la que pidió, tras producirse los hechos, que no contara nada de lo ocurrido.

Con la chica de 16 años repitió esta misma conducta en tres ocasiones, en el mismo lugar y en iguales circunstancias. Las dos primeras veces tuvieron lugar el 8 de agosto, sobre las 15.30 horas y sobre las 23.00 horas.

Además, y tras haberse masturbado en presencia ella por la tarde, el acusado consumió alcohol con la menor, a la que llegó a decirle que "quería follar con ella" cuando ésta abandonó el salón para irse a acostar.

Un día más tarde, volvió a masturbarse en su presencia después de comer. También en este caso la víctima optó por "simular" ante él no darse cuenta de lo sucedido.

Las dos chicas compartían habitación, y fue esta última la que contó a la primera lo que le había ocurrido con su cuidador, decidiendo ambas entonces poner los hechos en conocimiento de los responsables del centro, donde se llevaban a cabo programas de protección de menores por cuenta de la Dirección General de Servicios Sociales del Gobierno de Cantabria.

Por estos hechos, el Juzgado de lo Penal número Cuatro de Santander lo condenó en 2010 a un año de prisión por exhibicionismo sexual ante menores y a la misma pena por el mismo delito continuado, así como a cinco años de inhabilitación por cada uno de ellos.

La Sección Primera de la Audiencia Provincial confirma ahora la sentencia, que ya es firme, y rechaza el recurso interpuesto por el imputado, en el que alegaba, entre otros motivos, contradicciones en la declaración de las menores, la existencia de resentimiento en ellas por haber castigado a una y penas excesiva.

La Audiencia rechaza estos argumentos y ratifica la "verosimilitud" apreciada en las declaraciones de las víctimas, así como la "ausencia de todo motivo de resentimiento o venganza" por parte de éstas.

Además, considera las penas proporcionadas a la conducta del acusado, destacando que ambas menores se encontraban a su cuidado en una situación de "especial protección".

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