Un hombre acusado de abusar sexualmente de una niña de 8 años y de intentar matarla dice que no le hizo nada

Un hombre de unos 54 años acusado de abusar sexualmente de una niña de 8 en un campo de naranjos de la localidad valenciana de Villanueva de Castellón y de intentar matarla tras amenazarle con contar lo ocurrido a sus padres ha afirmado este martes en la sección cuarta de la Audiencia Provincial de Valencia que no hizo nada a la menor.
Ciudad De La Justicia
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EUROPA PRESS
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Un hombre de unos 54 años acusado de abusar sexualmente de una niña de 8 en un campo de naranjos de la localidad valenciana de Villanueva de Castellón y de intentar matarla tras amenazarle con contar lo ocurrido a sus padres ha afirmado este martes en la sección cuarta de la Audiencia Provincial de Valencia que no hizo nada a la menor.

El hombre, de nacionalidad rumana, se enfrenta a una pena solicitada por la fiscal de 29 años y medio de prisión por un delito de agresión sexual y otro de asesinato en grado de tentativa con la circunstancia agravante de aprovechamiento del lugar. Además, el ministerio público le reclama una indemnización de 60.000 euros para la menor por los daños psicológicos y morales causados.

El incidente tuvo lugar en la tarde del 16 de diciembre de 2007, en Villanueva de Castellón. Según mantiene la fiscal, el acusado conocía a la menor por haberla visto en diferentes ocasiones en las puertas de un supermercado desde donde solía vender ceniceros que realizaba él mismo. Ese día, se le acercó y le ofreció tres euros a cambio de que le acompañase, a lo que la menor accedió.

Sin embargo, sobre esta afirmación, el acusado ha explicado en el juicio, con ayuda de una traductora, que él no conocía a la niña, sino "a una amiga" de ésta, y que fue ella quien le pidió tres euros. De hecho, ha indicado que le reclamó que volviera a su casa, pero "ella no quiso".

Seguidamente, ha explicado que ambos se fueron a un campo de naranjos, porque él estaba muy cansado ya que había bebido "unas seis botellas de cervezas de dos litros" y "nada más llegar me puse a dormir", ha aseverado. En este punto ha explicado que no se fue a su casa porque no quería que su pareja sentimental le viese "borracho". "Yo me dormí, y cuando me desperté ya no había nadie", ha reiterado. "Y ella me acompañó hasta allí de forma voluntaria".

Frente a ello, la fiscal mantiene que llevó a la niña "a la fuerza" hasta el campo de naranjos, ubicado en la partida Pla-Sequia Escalona, pese a su negativa y a los lloros de ésta. Una vez allí, le golpeó en la cara, le dio varias bofetadas, la tiró al suelo y la agredió sexualmente hasta en cuatro ocasiones.

Tras haber satisfechos sus deseos, después de que la menor le manifestase que iba a contar lo sucedido a sus padres, le cogió la goma que portaba en el pelo, la sujetó y la estranguló. Paró cuando se desmayó la niña y creyó que había acabado con su vida. Luego se fue del lugar, en dirección a su domicilio, mientras que se iba desprendiendo de su ropa, en concreto de una chaqueta que llevaba puesta, dejando a la menor desnuda e inconsciente en el campo de naranjos.

Volvió a "rematarla"

Al acusado, una vez en su casa, le asaltó la duda de haber terminado con la vida de la menor, por lo que cogió un cuchillo de cocina y volvió al campo para rematarla. No obstante, al llegar allí observó que ya no estaba la niña, puesto que ésta había sido auxiliada por una familia que pasaba por las inmediaciones con su vehículo y la llevó hasta su domicilio.

Los médicos forenses que examinaron a la menor en el hospital al que fue trasladada tras la agresión han indicado que presentaba erosiones en la cara, arañazos por la espalda y por las piernas, y un aspecto "desaliñado, sucios". Asimismo, corroboraron un desgarro en el aparato vaginal, compatible con una penetración.

Las psicólogas que la evaluaron han señalado que la niña les narró lo sucedido "con mucho dolor y vergüenza". Su testimonio contenía "mucha amargura y dolor" y lo consideraron "bastante creíble y ajustado a la realidad". También han indicado que la menor podría sufrir un trauma "importante" y una afectación "muy grave" en el desarrollo de su sexualidad.

Por su parte, los agentes que detuvieron al acusado han explicado que se presentaron en casa de los padres de la víctima tras recibir un aviso, y allí también se encontraba el hombre, al que habían ido a buscar para identificarle y retenerle hasta la llegada de los agentes.

En ese momento, mientras el tío de la menor y ésta narraban lo ocurrido, se dirigieron al acusado para preguntarle si era verdad, y él "asentía", según han comentado. "El hombre dijo que había sido él y se puso a llorar", ha aseverado uno de los policías.

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