Pero la historia de las prohibiciones de comer carne está llena de excepciones. Desde las bulas, que se expedían a quien compensaba al clero con una buena bolsa, pasando por los bien avispados frailes medievales que echaban al río una vaca para ‘pescarla’  río abajo y, así, comerla guisada con el pretexto de que era ‘pescado’. Las costumbres se han relajado, pero como Murcia es tradicional, aquí ofrecemos una rica receta cuaresmal.Con miga de pan duro, huevos, piñones, una pizca de canela y otra de jengibre preparen la masa de unas albóndigas. Frían y reserven. A continuación, hagan un almíbar, al que han de añadir un palo de canela, la cáscara de medio limón y las albóndigas fritas, hiervan cinco minutos, dejen enfriar y rocíen con coñac. Si con esto no se chupan los dedos, es que no tienen remedio. En ese caso, como alternativa y penitencia, les recomendamos 20 latigazos. Cada cual vive la Pasión como puede.