El pasado día 4, aficionados a la ópera de toda España pudieron seguir por Internet, en directo y en alta definición, la función de Las bodas de Fígaro que se representó en el Teatro Real. Eso supuso el estreno de Palco Digital, un portal de pago a través del cual se puede disfrutar de producciones en vivo y de espectáculos grabados en el coliseo madrileño.

En los últimos años, los principales teatros de ópera del país están desarrollando un gran esfuerzo para que el género llegue al mayor número de espectadores posible. Hoy mismo, a las 20.00 horas, el montaje Tosca -con Zubin Mehta al frente de la orquesta- que se representa en el Palau de les Arts Reina Sofía de Valencia se retransmitirá gratis y al mismo tiempo en pantallas gigantes situadas en decenas de localidades europeas. En algo similar consiste el programa veraniego El Liceu en la playa del Gran Liceu barcelonés, que en 2012 regresará con Aida.

El coliseo de la Ciudad Condal fue el primero, en 2001, en retransmitir sus producciones, vía satélite y en alta definición, a cines. En la actualidad, esta práctica se da de manera masiva y bidireccional: el Real, el Liceu o el Palau envían su señal tanto a España como al extranjero; y en salas como Cinesa, Kinépolis o Yelmo se proyectan, en directo o en diferido, las producciones de recintos como la neoyorquina Metropolitan Opera (MET), la Scala de Milán o la Royal Opera House de Londres. Esta temporada, también la Asociación Bilbaína de Amigos de la Ópera (ABAO) ha proyectado en el Teatro Arriaga varias filmaciones de grandes montajes.

"Si consideramos que la ópera forma parte de una cultura clásica, porque nos permite entender mejor la vida, tenemos que trabajar para las nuevas generaciones. No solo pensando que el género va a tener que renovar su público para mañana, también en los valores que transmite". Joachim Pflieger, responsable del proyecto pedagógico del Teatro Real, lo tiene claro. Desde septiembre de 2010 trabaja con el director artístico, Gerard Mortier, para que también el público infantil y joven sienta el recinto como "un lugar propio".

Más de 35.000 niños y jóvenes han asistido esta temporada a funciones específicamente concebidas para ellos. También estudiantes universitarios de distintas carreras han podido conocer in situ el proceso de producción de una ópera, desde el trabajo de vestuario hasta el ensayo general.

También en Madrid, el Real ha trabajado con la Fundación SaludArte y los Teatros del Canal para que los niños de Primaria produjeran su propio montaje en el proyecto ¡Invéntate una ópera! El espectáculo resultante, a cargo de escolares entre 8 y 12 años, se presentó el domingo 12 de junio.

La escena se repite. La ABAO promocionará el género lírico entre los más jóvenes con 21 representaciones de su programa ABAO Txiki la próxima temporada. En Cataluña, gracias al programa Petit Liceu, la ópera se volverá familiar con montajes como El superbarbero de Sevilla o La pequeña flauta mágica. Por su parte, el Palau de les Arts se abrió este año a los niños con el recorrido Detectives en la ópera. Para los mayores, el teatro valenciano programó funciones didácticas de obras como L'italiana in Algeri y L'elisir d'amore.

También se trata de "deconstruir la barrera económica", dice Pflieger. Por eso, para la próxima temporada, el Real ofrece abonos a los menores de 30 años con los que asistir a 5 representaciones -en localidades que individualmente cuestan hasta 172 euros- por un total de 110 euros.

Tal vez un día compre un abono alguno de los niños de 11 años que, tras visitar el teatro con sus compañeros de colegio, preguntaron: "¿No podemos quedarnos a vivir aquí?". "Hemos logrado lo que queríamos -relata, orgulloso, Pflieger-, que el teatro parezca una gran casa para los jóvenes. Si convencemos a los niños y a los padres de que aquí vivimos momentos de gran emoción, hemos ganado la batalla".

Por falta de oportunidades que no sea. El pasado jueves, las salas Cinesa proyectaron la coproducción del MET y La Scala de Tosca que inauguró el Festival de Ópera de Múnich 2010. Costaba 10 euros. Además de retransmitirse este lunes desde Valencia, gratis, a varias ciudades europeas, el título de Puccini, con dirección escénica de Nuria Espert, se emitirá en directo por Internet desde el Teatro Real el 21 de julio. Verlo en Palco Digital costará 14,95 euros.

1. ¿Desde cuándo te gusta la ópera?

2. ¿De dónde te viene esa afición?

3. ¿A tus amigos y tu familia les gusta la ópera?

4. ¿Cuánto inviertes al año en ópera?

5. ¿Echas en falta alguna iniciativa?

Luis Gil

Es de Badajoz y vive en Madrid. Tiene 28 años.

1. Desde hace cinco o seis años.

2. Un día entró La traviata en mi cabeza y encendió una llama que sigue creciendo.

3. En mi círculo soy el único aficionado. Te sientes raro cuando comentas una producción que has visto o una grabación que has escuchado por enésima vez y descubres algo que te maravilla. Yo intento hacerles descubrir lo apasionante de este mundo, pero se hace complicado.

4. En torno a los 400 euros, en el abono del Real. Algún año he viajado a otros teatros como el Liceu, lo que aumenta el gasto.

5. Hay buenas iniciativas y descuentos, pero también hay que salir a despertar el interés del público nuevo y hacer la ópera más cercana.

Vicente Darder

Es de Valencia. Tiene 32 años.

1. Desde una edad temprana, 16 o 17 años, comencé a interesarme por este género.

2. La afición por la ópera me la he ido forjando yo solo. No soy un experto, pero sí disfruto de ella. Cuando tenía 16 años comencé varios coleccionables con sus libretos.

3. Sí que les gusta a mis amigos y disfrutamos juntos, aunque es cierto que no todo lo que quisiéramos.

4. Lo que me permita la economía y la calidad de la oferta operística de la temporada.

5. Sí, pero sobre todo me gustaría que la ópera fuera más accesible, ya que solo acercando la cultura a todos podremos conseguir una sociedad más creativa y sensible.