Isern toma la vara de mando del Ayuntamiento de Palma comprometiéndose a "poner en orden" las cosas

Promete finalizar el Palacio de Congresos, adaptar las políticas a "la realidad de una ciudad biligüe" y mantener el carril-bici
Mateu Isern
Mateu Isern
EUROPA PRESS
Mateu Isern

El nuevo alcalde de Palma, Mateu Isern (PP), ha tomado este sábado la vara de mando del Consistorio de la capital balear comprometiéndose a llevar a cabo una acción de gobierno dirigida a "poner en orden las cosas, decidir con sentido común" atendiendo a las necesidades "reales" de los ciudadanos, y a devolver a la población la "confianza y la esperanza en el futuro".

Durante el discurso que ha pronunciado tras su nombramiento como primer edil en el acto de constitución de la nueva Corporación municipal y que ha iniciado en catalán y concluido en castellano, Isern ha admitido que "la travesía" de los próximos años "no será fácil", si bien se ha mostrado convencido en que "llegaremos a buen puerto" porque posee una "absoluta confianza en las posibilidades de esta maravillosa ciudad" y en las capacidades de las "personas que le dan vida".

Isern ha reconocido también que hace unos meses "nunca se hubiese imaginado" poder pronunciar este discurso en el consistorio y, tras agradecer a Calvo el trabajo realizado durante los últimos cuatro años, le ha mostrado su predisposición a alcanzar acuerdos con la socialista "en los asuntos fundamentales" que afecten a la ciudad.

"Me habéis otorgado vuestra confianza y yo me comprometo a corresponderla con humildad, ilusión, responsabilidad, pero, sobre todo, con mucho trabajo", ha indicado Isern, quien, además, ha hecho hincapié en la importancia del turismo, área en la que "apostará decididamente".

En este sentido, se ha comprometido a conseguir que Palma se convierta en una ciudad turística todos los días del año, a concluir las obras del Palacio de Congresos "para que cuanto antes aporte su efecto desestacionalizador a nuestro turismo" -después de que la empresa constructora Acciona haya paralizado las obras- y a acometer "de una vez por todas" la reforma de la Playa de Palma.

Adaptar las políticas a "la realidad de una ciudad bilingüe"

"No me sentaré a esperar brotes verdes, ni aguardaré hasta que pase el temporal, ni confiaré en que nadie nos traiga una solución desde fuera", ha manifestado Isern, quien, además, ha prometido trabajar "desde el primer minuto" para facilitar la creación de puestos de trabajo.

Por otra parte, ha indicado que adaptará las políticas a la "realidad de una ciudad biligüe, fruto de una convivencia secular y pacífica que nadie debe pretender quebrar, y menos aún un alcalde que debe gobernar para todos sus convecinos". En este sentido, ha afirmado que la lengua no debe convertirse "en un vehículo exclusivo al servicio de una ideología, cualesquiera que sea".

Otras de las promesas del nuevo alcalde han sido gobernar para todos los ciudadanos con independencia de su voto, ajustar los gastos del Ayuntamiento a sus ingresos actuales, llevar a cabo una política "sincera y real de austeridad" y no desarrollar "grandes y costosas" infraestructuras durante esta legislatura.

Mantendrá "en su mayor parte" el carril bici

En relación al carril bici, ha asegurado que lo mantendrá "en su mayor parte" y que, además, fomentará su uso pero sin "enfrentarlo a otros modos de transporte". También ha anunciado que lo mejorará, en lo relativo a la seguridad de los ciclistas y peatones.

Isern también ha tenido palabras para los valores puesto que, según ha considerado, se deben recuperar los que "nos ayuden a construir una ciudad mejor y más amable".

Las palabras del nuevo alcalde fueron pronunciadas como clausura del acto de constitución de la Corporación municipal y después de que cada uno de los regidores hubiera jurado o prometido —dependiendo del caso— su cargo, para poder así dar su voto al candidato correspondiente. El sistema de votación fue por nombramiento en voz alta.

Cada uno de los ediles -17 del PP, nueve del PSOE y tres del PSM-IV-ExM- pronunció su juramento o promesa de lealtad al Rey y a la Constitución y de cumplimiento de las obligaciones del cargo de regidores. En este sentido, llamó la atención los comentarios que algunos de ellos sumaron a la expresión protocolaria, como los ediles del PSM, Antoni Verger y Antoni Noguera, quienes añadieron que prometían su cargo "sin renunciar al derecho a decidir de nuestro pueblo".

El pleno, al que han asistido diferentes autoridades de las islas como los presidentes electos del Govern y Consell de Mallorca, José Ramón Bauzá y Maria Salom, respectivamente, o el delegado del Gobierno, Ramon Socías, estuvo caracterizado también por la cacerolada que tuvo lugar en la Plaza de Cort por parte de los 'indignados' del movimiento 15-M en Palma, quien respondieron al traspaso de poderes en el Ayuntamiento de Palma con una 'Rúa-Funeral' por la democracia.

El propio Isern pudo observar a los asistentes a esta cacerolada cuando, tras el pronunciamiento de su discurso y la constitución de la nueva Corporación, se asomó al balcón del consistorio para saludar a los presentes en la Plaza de Cort, quienes estaban divididos entre los 'indignados', y las personas que habían ido a apoyar al nuevo alcalde y seguían el acto en unas pantallas instaladas a tal efecto.

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