El presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), Santiago Herrero León, ha lamentado este viernes la muerte Jaime Ybarra Llosent, un "gran" empresario y "caballero" andaluz y ha recordado su "bondad" y "afabilidad".

En un artículo escrito por el presidente de la CEA, Herrero ha mostrado su pesar por la desaparición de una persona a la que, en los últimos años, sea he sentido ligado por lazos familiares, y ha señalado que le embarga la sensación de que "Andalucía ha perdido un gran hombre que dedicó toda su vida al mundo de la empresa".

Herrero ha destacado el esfuerzo de Ybarra quien "ha muero, además, con las botas puestas, sobreponiéndose día a día a su enfermedad, y al frente, hasta el último momento, de la Fundación Sevillana Endesa y del Consejo Regional de Banesto, que han sido sus últimas responsabilidades en su dilatada trayectoria empresarial y profesional".

Así, ha recordado que era "una persona singular por su cordialidad y afabilidad, su altura de miras, su amor a Sevilla y a sus tradiciones, y, también, por su sevillismo".

Herrero ha querido resaltar a Ybarra como empresario "de los pies a la cabeza", que recogió el testigo empresarial de su familia y lo desarrolló a lo largo de "muchos años". "No solo fue presidente y consejero delegado de Hijos de Ybarra, una de las empresas punteras de Andalucía, sino que lideró su transformación, su apertura al exterior y su alianza con otras empresas, en el pujante, moderno y competitivo sector agroindustrial, joya de la corona de la industria andaluza".

En este sentido, el presidente de la CEA ha indicado que "en sus múltiples actividades empresariales quedará, su mejor legado, el de un hombre enamorado de la empresa". "Un legado que adquiere mayor importancia, por haber desarrollado, especialmente, su actividad en un sector que, hoy por hoy, es santo y seña de la capacidad de Andalucía para competir en los difíciles mercados internacionales, con el que se sentía profundamente comprometido".

Ha recordado que este andaluz ejemplar recibió en 2008 la Medalla de Andalucía como reconocimiento a su "ingente y fructífera" vida empresarial y ha señalado que "los que lo tratamos, recordaremos siempre a un caballero andaluz, ejemplo de señorío, de bondad y simpatía personal".