La Asociación Empresarial de Promotores Inmobiliarios de Baleares (Proinba) calcula que actualmente hay unas 3.000 viviendas en stock en Mallorca, una cifra que esperan ir reduciendo a lo largo de este año hasta cerrar el ejercicio con unas 2.000, puesto que no se prevé la incorporación de viviendas nuevas debido a la paralización del sector de la construcción.

Así lo ha señalado el presidente de Proinba, Gabriel Oliver, en una rueda de prensa en la que ha presentado la tercera edición de Firastock, que tendrá lugar del 15 al 18 de junio en el Parc de Ses Estacions de Palma. Está prevista la participación de 14 empresas que ofertarán unas 500 viviendas.

Gabriel ha indicado que estas 3.000 viviendas pendientes de ser vendidas suponen una reducción considerable respecto al stock que había a principios de 2007, antes del estallido de la crisis económica, y que se cifró en unas 5.500 unidades a la venta. En este sentido, ha apostillado que las empresas de esta asociación han vendido alrededor del 50% del stock que tenían desde ese año.

El promotor ha confiado en que a lo largo del próximo año el stock de viviendas se haya "normalizado", puesto que esperan ir dando salida a los inmuebles que tienen pendientes de vender, al tiempo que no se prevé la incorporación de unidades nuevas.

En esta línea, ha explicado que hasta ahora se había ido incorporando en stock muchas viviendas que estaban en construcción, si bien en estos momentos la producción de nuevas unidades se ha paralizado y no se esperan prácticamente incorporaciones, algo que Gabriel ha considerado bueno para los promotores pero no para el sector constructor y para la economía en general puesto que de ello depende la continuidad de muchas empresas.

Oliver ha afirmado que en 2008 se incorporaron unas 5.000 viviendas al stock de Mallorca, a las que se sumaron otras 3.000 en 2009. Asimismo, ha apuntado que para 2011, 2012 y 2013 se calcula que como máximo se incorporarán entorno a unas 500 o 600 viviendas cada año, atendiendo al número de visados que hay otorgados.

El presidente de Proinba ha puntualizado que la ralentización de las nuevas incorporaciones tendrá dos efectos, por un lado, el stock se reducirá mucho más rápido y, por otro, el número de ventas se reducirá puesto que habrá menor cantidad de viviendas en el mercado.

Oliver ha señalado que para dinamizar la economía y el sector es preciso agilizar el acceso a la financiación, tanto para los promotores como a los compradores. "Hoy en día es absolutamente imposible obtener financiación nueva para un promotor para iniciar una nueva promoción y para un adquiriente para comprar esta vivienda".

Asimismo, ha subrayado que otro de los aspectos que dificulta la dinamización es la "paralización burocrática de la Administración pública". En este sentido, ha matizado que ello no se refiere al otorgamiento de las licencias, sino más bien al proceso de planeamiento de desarrollo de los proyectos.

Oliver ha apostillado que estos trámites pueden llegar a alargar incluso unos nueve años el proceso, a la vez que ha incidido en que cuanto más tiempo esté paralizada una inversión más aumentan los gastos para las empresas, lo que a su vez repercute en un aumento del precio de venta de las viviendas.

Se ha llegado al "límite" en la rebaja de los precios

Oliver ha dicho que el precio de la vivienda nueva ha bajado entre un 15 y un 20% respecto al 2007, hasta situarse "en el máximo que puede bajar" puesto que pasar de ese "límite" implicaría reducir el precio de venta por debajo del precio hipotecario.

Por otra parte, el promotor cree que cuando mejore el acceso a la financiación y la burocracia administrativa, será "imposible" que se mantengan los precios actuales porque aumentará el coste de los materiales y de la mano de obra, al tiempo que el precio del suelo no bajará. Asimismo, ha añadido que teniendo en cuenta el débil estado de las arcas públicas también prevén un aumento de los impuestos. Así, ha indicado que, si aumenta la demanda, los promotores subirán los precios.