UGT y CCOO de Baleares han criticado que la reforma de la negociación colectiva que el Gobierno central aprobará este viernes no se trate de un texto acordado entre la patronal y los sindicatos, lo que sería la "vía natural del acuerdo".

Así se han manifestado en declaraciones a Europa Press, los secretarios de Acción Sindical de CCOO y UGT, Carmen Díaz de la Jara y Manuel Pelarda, respectivamente, quienes han lamentado que el texto que va a ser aprobado no sea "un documento de los sindicatos" y que haya sido el Ejecutivo central el que "quiera imponer un modelo".

Pelarda ha manifestado que las pretensiones de los sindicatos "van más allá de una simple modificación en algunas estructuras". No obstante, Díaz ha indicado que, pese a que no conseguirá "resolver los problemas", es "aceptable" porque no toca la ultraactividad de los convenios.

CCOO ha remarcado que algunos de los aspectos que más "preocupan" al sindicato es cómo afectará la reforma en relación a los convenios sectoriales, así como los aspectos relativos a la flexibilidad interna de las empresas, ya que en la nueva redacción hay un "mayor protagonismo" de los convenios de empresa.

"Tenemos dudas sobre la flexibilidad interna de las empresas respecto a marcar el tanto por ciento de la jornada laboral, cuando hoy en día casi el 30 por ciento de los convenios ya tienen medidas de flexibilidad interna", ha indicado Díaz de la Jara.

Por su parte, Pelarda ha recordado que el Gobierno presidido por Felipe González ya aprobó un texto que no contaba con el consenso entre patronal y sindicatos, por lo que éste no se puso en marcha hasta que ambas partes acordaron posteriormente "su reestructuración".

Según los sindicatos, el texto que se aprobará mañana prioriza el convenio de empresa. Además, a nivel estatal estas organizaciones ya se han desvinculado de la reforma, al entender que no respeta los acuerdos alcanzados hasta el momento de la ruptura de las negociaciones con la patronal.

Por ello, han advertido al Gobierno de que será "responsabilidad" suya las consecuencias que se deriven de la reforma, y recalcaron que la culpa de la ruptura del diálogo fue el viraje de la CEOE.