Cambio de sangre
Pero no son los únicos en recurrir a remedios especiales. Una de las leyendas asociadas a Keith Richards es que se renovaba la sangre cada cinco años mediante transfusiones en una clínica suiza. Y Nick Nolte, tras superar su adicción al alcohol y las drogas, se somete a tratamientos de oxígeno y ozono. También se inyecta vitaminas.
El rey de las excentricidades
Michael Jackson es, además del rey del pop, el soberano de las manías. Logró blanquear su piel, cambiarse la nariz hasta convertirla casi en un pegote, y usar mascarilla para no respirar aire contaminado. Pero eso no es todo. Las malas lenguas dicen que dormía en una burbuja de oxígeno para protegerse de las bacterias y virus. Incluso detesta respirar el aire de otros. Sus preocupaciones por su estado físico le han hecho tan famoso casi como su música.
Huyen de la medicina tradicional
Gwyneth Paltrow, Kate Winslet y Ben Affeck practican ‘cupping’, el equivalente moderno de las sangrías que se realizaban con sanguijuelas.
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