La Guardia Civil y la Agencia Tributaria han desmantelado en Girona y Barcelona una organización dedicada a introducir partidas de hachís en España por vía marítima con el arresto de ocho personas de origen magrebí, según han informado fuentes policiales.

La investigación se inició en septiembre de 2010 cuando la Guardia Civil detectó una banda que introducía droga en diversos puntos del arco mediterráneo, y comprobó que estaban siendo también investigados por la Agencia Tributaria de Girona, por lo que formaron un equipo conjunto.

En las pesquisas, se averiguó que en la madrugada del 25 de mayo se había realizado un alijo de hachís en algún punto de la costa de Girona, así como que la embarcación neumática utilizada en el traslado había sido abandonada una vez descargada la mercancía.

La Guardia Civil había establecido un dispositivo de vigilancia sobre los cabecillas del grupo, que los condujo hasta la cala Joana, en Sant Feliu de Guíxols.

Los agentes detectaron en una zona acantilada de la cala a varios individuos preparados para sacar de las rocas el hachís que se había descargado la madrugada anterior, y detuvo a siete personas e intervino a 19 fardos de hachís y tres mochilas; paralelamente, arrestaron a otro miembro del grupo en Figueres.

El servicio marítimo de la Guardia Civil localizó ese mismo día abandonada en la playa de Calonge la embarcación utilizada, en un emplazamiento a varios kilómetros de la cala Joana con el objetivo de despistar a los investigadores.

El 'modus operandi' de este grupo difería del habitual, ya que utilizaba zonas acantiladas y de difícil acceso para descargar la droga, que luego era sacada vía mar por otras embarcaciones o por tierra elevándola con cuerdas.

Los investigadores, dirigidos por el Juzgado de Instrucción número 2 de Torrevieja (Alicante), han constatado que el grupo asumía un gran riesgo por que en una sola noche recorrían con una embarcación neumática cientos de kilómetros, trasladando el hachís desde África hasta la Costa Brava.

En el registro de los domicilios de los jefes de la red, ubicados en Roda de Ter (Barcelona) y Figueres (Girona), la policía intervino 552 kilos de hachís, una bolsa de cocaína base, varios vehículos de gama alta, una embarcación neumática semirrigida con dos motores y diverso material de comunicación.