Una asturiana ha enviado una misiva a distintos departamentos de la Administración regional en la que solicita que cambien de destino a un profesor del Conservatorio de Música de Oviedo que se reincorporó este mes a su trabajo tras ser condenado por abusar sexualmente de su hija de once años.

Según los distintos fallos a los que ha tenido acceso Europa Press, la historia se remonta a abril de 2004 cuando "durante el transcurso de la clase de violín que estaba impartiendo como profesor en el Conservatorio de Música de Gijón y aprovechándose de que una menor de edad era alumna suya desde hacía cuatro años, y de la soledad en la que se impartían las citadas clases, bajo pretexto de corregir la postura de ésta le introdujo la mano por debajo de la camiseta, desde el vientre, realizando tocamientos en los senos durante dos minutos".

La denuncia de la familia de la entonces menor consiguió que en octubre de 2005 el Juzgado de lo Penal número 2 de Gijón condenase al profesor a tres años de prisión e inhabilitación profesional y cuatro de alejamiento como autor responsable de un delito de abuso sexual.

Posteriormente, el 18 de abril de 2006, la Sección Octava de la Audiencia Provincial estimó en parte el recurso de apelación del procesado y le rebajó la pena a dos años de prisión y dos años de inhabilitación para el ejercicio de su profesión, y le mantuvo los cuatro años de alejamiento.

Tres años después, en mayo de 2009, la Consejería de Educación accedió a la petición de la familia y se le suspendió de su condición de funcionario, hasta que la Audiencia Nacional falla a su favor y la Consejería de Educación lo readmite como funcionario en la biblioteca que el Conservatorio Profesional de Oviedo comparte con el Conservatorio Superior Eduardo Martínez Torner, donde cursa estudios la joven.

Ante el temor de coincidir diariamente con su agresor, como sucedió este pasado viernes, la joven y su familia solicitan que el profesor sea trasladado al Conservatorio Profesional de Música de Gijón, "donde estaba destinado anteriormente".

Asimismo, ruegan a la Consejería de Educación "que tenga la sensibilidad suficiente para que se tengan en cuenta los también los derechos de la víctima y no solo los de su agresor". "Después de tantos años me planteo si hice bien en denunciar ya que ahora me siento totalmente desprotegida y creo que éste tipo de situaciones no animan a los menores a denunciar los abusos", sostiene en la misiva la joven de 19 años.

La sentencia de la Audiencia Nacional, que reconoce además el derecho del acusado a percibir los salarios que no recibió desde mayo de 2009, ha sido recurrida por un abogado del Estado ante el Tribunal Supremo y está pendiente de resolución.