La alcaldesa electa de Eivissa, Marienna Sánchez-Jáuregui, ha ultimado el equipo de Gobierno que dirigirá el Ayuntamiento de Vila durante los próximos cuatro años. El Ejecutivo, cuyos ejes principales serán "la transparencia, la austeridad, la eficiencia y la cercanía con el ciudadano", contará con dos tenientes de alcalde, el primero de los cuales será Juan Daura, número dos de la lista electoral en los pasados comicios, quien se ocupará la concejalía de Economía y Hacienda.

La historiadora Lina Sansano, número tres de la candidatura, será la segunda teniente de alcalde del Consistorio y gestionará la concejalía de Cultura, Patrimonio y Fiestas. La que fuera delegada territorial de Educación en la legislatura 2003-2007, Pilar Marí, dirigirá la regidoría de Formación, Educación y Empleo.

Juan Mayans, por su parte, se hará cargo de la concejalía de Medio Ambiente y Movilidad. La fisioterapeuta y ex atleta olímpica Mar Sánchez gestionará la de Deportes.

Por su lado, Myriam Valladolid estará al frente del departamento de Bienestar Social, Inmigración y Participación Ciudadana e Ignacio Rodrigo hará lo propio con el de Turismo, Comercio e Industria. Alejandro Marí, quien compartió bancada en la oposición en la pasada legislatura con Pilar Marí, se hará cargo de la concejalía de Urbanismo.

Completan el equipo de Gobierno Rai Prats, que dirigirá la regiduría de Juventud y Nuevas Tecnologías, y Constantino Larroda, que gestionará la de Mantenimiento, Obras y Cementerios. La alcaldesa, por su parte, se ocupará de la dirección de la Policía Local.

Sánchez-Jáuregui ha precisado que esta distribución puede experimentar variaciones a lo largo de la legislatura, en función de las exigencias que surjan en el desarrollo de la gestión.

En aras de un trabajo en el que primen la "transparencia y la austeridad", tanto la primera edil como los miembros de su Ejecutivo firmarán el código deontológico propuesto por el presidente electo del Govern balear, el también 'popular' José Ramon Bauzá, por el que se comprometen, entre otras cosas, a no aceptar regalos, a que el gasto de las comidas oficiales no supere los 35 euros y los hoteles donde se alojen tengan un máximo de cuatro estrellas.