Las lluvias de esta primavera y la previsible sequedad del próximo verano amenazan con convertir los montes madrileños en una cerilla. Tanto la Comunidad como los bomberos regionales advierten del "alto riesgo" de que se produzcan incendios forestales en Madrid durante la temporada estival que comenzará en apenas tres semanas. "Va a ser un verano difícil", alertan. Sin embargo, a pesar de la amenaza, la Consejería de Interior va a reducir el número de efectivos destinados a la extinción de fuegos en los montes: este año habrá 80 bomberos menos que el verano pasado.

El consejero Francisco Granados presentó el miércoles el dispositivo estival de Protección Civil contra incendios (Infoma). El verano pasado se desplegó a 2.462 profesionales, mientras que este año se ha reducido a 2.382, entre bomberos, brigadas, agentes forestales y personal de maquinaria pesada.

"Es cierto que se va a movilizar a menos gente, pero el servicio va a estar cubierto", apunta un portavoz de la Dirección General de Protección Ciudadana. "El personal va a hacer más guardias para que en todo momento haya bomberos dispuestos", añade. Es decir, la plantilla será menor que en anteriores campañas, pero esa carencia se suplirá aumentando las horas de trabajo de los efectivos desplegados.

Además de la "escasez de plantilla", los bomberos regionales alertan de que "se ha mermado la profesionalidad, ya que se está cubriendo la escasez de personal con trabajadores eventuales de empresas privadas, menos formados y sin experiencia", critica Pedro Campos, portavoz de CC OO en el Cuerpo de Bomberos de la Comunidad. "A la hora de extinguir un incendio, no es lo mismo coordinarte con un compañero habitual que con otra persona menos preparada", añade el bombero. Mientras, Protección Ciudadana espera solucionar estos inconvenientes en breve, ya que "está en marcha la oposición para sacar 79 plazas públicas".

La zona más expuesta al fuego es la Sierra norte, debido a la cantidad de arbolado en el entorno. Además, toda la Sierra está plagada de urbanizaciones, lo que aumenta la probabilidad de que se originen incendios y dificulta su extinción. Este año también crece el peligro en el sur, dado que, según los expertos, las lluvias han extendido el monte bajo.

Hacer barbacoas en verano no es buena idea. Primero, por el peligro de que una brasa queme el bosque. Y segundo, porque puede salir muy caro: la multa por prender fuego en la región va desde 1.000 hasta 1.000.000 de euros, en función del daño causado al entorno. La Comunidad mantiene la prohibición de hacer barbacoas hasta el 30 de octubre. También hay multas por tirar basura, vidrios o colillas en el monte. En 2010 hubo 168 incendios en la región. El más grave fue el de Alcalá, que arrasó 11 hectáreas.