La Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Cantabria ha rechazada traspasar la finca de una Junta Vecinal a un particular por su tradición de bien comunal, al ser zona de pasto.

Se trata de una finca en el Concejo de la Vega, en Vega de Liébana, que quiso donar un padre a su hija ante notario. El propio notario advirtió de que no había ningún documento que probara que ese terreno fuera adquirido.

La sentencia incide en la "evidente mala fe" del padre, que "simplemente" ostentaba el derecho al uso, pero no la propiedad, se señala que la hija era consciente de estas situación, al ser advertida de ella por el notario.

Pero además, el fallo se basa en otros "indicios", como la existencia en los años 40, de unas actas que recogían que la citada finca era "propiedad del pueblo", así como de su destino habitual al pastoreo y alimentación de reses de los vecinos.