El presidente de la organización profesional agraria APAG Extremadura Asaja, Bibiano Serrano, ha calculado que las crisis del pepino está provocando pérdidas de unos 1,5 millones de euros al día por parte de la Asociación de Fruticultores de Extremadura (Afruex).

Una cifra que Bibiano Serrano considera que "será muy superior porque habría que sumar otros productos" entre los que corren el riesgo de boicot, entre los que ha citado la carne o el vino y que "también son exportados desde Extremadura2.

En nota de prensa, el presidente de APAG Extremadura Asaja ha reclamado al Gobierno español que "de una vez dé la cara en el conflicto que se ha creado por las acusaciones sin fundamento" de una política alemana respecto a la crisis de estos pepinos.

Así, ha destacado la necesidad de "restituir el honor perdido" de los productores, así como de poner en marcha las "indemnizaciones oportunas de forma urgente para los numerosos afectados".

Bibiano Serrano ha considerado que los agricultores afectados no son sólo los del sector hortofrutícola, que han visto como hasta en seis países se han cerrado las puertas a la entrada de sus productos, sino también el resto de sectores implicados por este caso.

Ante esta situación, el presidente de esta organización se ha preguntado "de dónde saldrá el dinero y quién se hará cargo de pagar las indemnizaciones a los miles de afectados por esta incompetencia injustificada, que ha provocado múltiples pérdidas de las empresas afectadas".

APAG Extremadura Asaja ha considerado que los políticos españoles, desde el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, pasando por la ministra del ramo, Rosa Aguilar, y otros responsables "han reaccionado tarde y mal" desde que se iniciaron las acusaciones alemanas, "sin agilidad ni coordinación alguna".

Serrano ha tachado por tanto a estas autoridades de "incompetentes e inútiles" por "no defender con rigor y desde el primer momento los intereses de los agricultores de nuestro país", por lo que ha aseverado que el Gobierno español ha mostrado "su debilidad" ante Alemania y ante la Unión Europea