El aspecto más valorado por la mayoría de las compañías españolas a la hora de contratar a un recién licenciado es la experiencia laboral. Parece extraño, pero durante la etapa estudiantil también se trabaja, y eso, según parece, las empresas lo valoran.

Así, el 66% de las compañías lo han señalado como punto a favor, frente al 15% que consideran que las notas obtenidas son lo más importante. Todo ello según el Instituto Trendence, una firma alemana especializada en el desarrollo de investigaciones en el ámbito universitario y laboral, recogido por Círculo Formación.

Las empresas españolas dan una media de un 6,5 sobre 10 a la preparación de los jóvenes graduados. El país más contento con sus titulados es Suiza (7,6). Únicamente las compañías japonesas suspenden a sus universitarios, a quienes les dan un 4,9.

Las competencias del candidato son en España más valoradas (por un 37%) que su personalidad, aunque esta es valorada en primer lugar por un 33%. Los conocimientos son lo más apreciado por el 29%. En el resto de los 20 países que han participado en este estudio la preferencia es la contraria: la personalidad vence con un 37%, frente a las competencias (34%).

Un joven hábil para trabajar bien en equipo (71%), con una actitud flexible y capacidad de adaptarse a las circunstancias (65%), con facilidad de aprendizaje (59%), habilidades comunicativas y para las relaciones personales (46%), entusiasta y con una actitud positiva (42%), que sea organizado y sepa marcarse prioridades (35%) son las características más deseadas en España.

Ser independiente y autónomo solo es valorado por un 17%, que sí lo considera un factor fundamental para lograr el éxito profesional. También por ese 17% son valoradas la capacidad analítica y la visión global.

Lo menos valorado ha resultado ser la puntualidad y el respeto por el tiempo de los demás, el autocontrol y la cortesía, el espíritu emprendedor, la precisión y la atención al detalle, la curiosidad y la creatividad, y la integridad y los principios éticos. Un escaso 8% dan importancia a otros aspectos personales como aficiones o la militancia en asociaciones estudiantiles. Aspectos sin embargo mucho más valorados en otros países como Japón, Canadá, Bélgica, Suecia, Holanda y el Reino Unido.