La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cantabria juzgará este lunes a dos hombres por una agresión ocurrida tras una discusión de tráfico que terminó con los dos heridos, uno de ellos, con una importante pérdida de visión en un ojo.

La Fiscalía sólo acusa a uno de los implicados en los hechos, para el que pide ocho años de cárcel, pero éste, sin embargo, responsabiliza al otro de lo sucedido y pide que se condene a dos años y medio de prisión al otro acusado, el que perdió visión en un ojo.

Según el relato del fiscal, los hechos sucedieron el 16 de mayo del año 2009, sobre las nueve de la noche, en la Autovía del Cantábrico (A-8), a la altura de Torrelavega, donde a raíz de un "pequeño incidente" de circulación los dos hombres pararon sus vehículos en el arcén y comenzó una discusión entre ellos.

La Fiscalía asegura que uno de ellos, LA.H.G., se dirigió al otro, A.S.P., esgrimiendo algún instrumento cortante con el que le produjo un corte en un costado. Y a continuación, comenzó a darle puñetazos en el rostro y siguió golpeándole ya en el suelo hasta que pararon otros conductores, momento que aprovechó el agredido para huir y trasladarse a un hospital.

Como consecuencia del altercado, el fiscal asegura que A.S.P. sufrió varias heridas en la cara, el codo y la cadera, donde además le ha quedado una cicatriz de 17 centímetros. Asimismo, ha perdido agudeza visual en el ojo izquierdo, de forma que sólo percibe la luz, pero no distingue objetos.

Por su parte, el otro acusado, LA.H.G., sufrió una rotura en un dedo, una fractura que, en opinión del fiscal, se debió a la intensidad de los puñetazos que propinó al otro conductor.

Por todo ello, el fiscal acusa a LA.H.G. de un delito de lesiones y solicita una condena de ocho años de cárcel, más una indemnización de 40.000 euros para el agredido.

Esta petición coincide en esencia con la que hace el abogado de A.S.P., que solicita también ocho años de prisión, pero eleva la indemnización hasta 50.820 euros.

La otra versión

En cambio, el letrado de LA.H.G. ofrece una versión diferente de los hechos y pide que se condene al otro conductor. Según dice, su defendido circulaba por la autovía y vio un coche dando bandazos y embistiendo a otros usuarios, así que llamó a la Guardia Civil.

Poco después de realizar esa llamada, asegura que ese vehículo se le puso delante y le cerró el paso, obligándole a parar en el arcén. Una vez allí, sostiene que volvió a llamar a la Guardia Civil y que, mientras lo hacía, el otro conductor, A.S.P., pateó la puerta de su coche, rompiendo la ventanilla del conductor, y le golpeó en la cara.

LA.H.G. intentó entonces zafarse de la agresión y salir del vehículo, pero afirma que el otro acusado se lo impidió y cerró la puerta, pillándole la mano. Finalmente, dice que logró salir del coche y pudo entonces defenderse y repeler la agresión. Fue entonces cuando pararon otros dos conductores para mediar, momento que, según dice, aprovechó el otro acusado para huir.

Por todo ello, su abogado acusa a A.S.P. de un delito de lesiones y una falta de daños (por la rotura de la luna) y solicita dos años y medio de cárcel, multa de 400 euros y una indemnización total de algo más de 6.000 euros.