El fiscal pide una suma de 33 años de cárcel -16,5 para cada uno- al encargado y al socio de un club de Ribadesella dedicado a la prostitución. Se les acusa de un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y de tres delitos de prostitución, por los que serán juzgados el lunes, día 30, en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial.

Según la calificación de los hechos a la que ha tenido acceso Europa Press, el establecimiento se nutría de mujeres de origen paraguayo que eran traídas a España mediante los contactos de los acusados en aquel país, bajo la falsa promesa de realización de un trabajo real y remunerado, para luego ser retenidas por los mismos en el club, donde permanecían hasta la satisfacción de la deuda que, se les decía, habían contraído.

De esta forma, las operaciones se repitieron con tres víctimas entre los años 2005 y 2006. A la primera le ofrecieron trabajar como cocinera y a su llegada le obligaron a ejercer diariamente la prostitución bajo una vigilancia total y amenazas personales que se llegaron a extender a su familia.

De manera similar, la segunda de las testigos llegó bajo la falsa oferta de trabajar de camarera y fue obligada a subir a una habitación con al menos dos personas, que, por pena, llegaron a pagarle sin mantener relaciones sexuales.

A la tercera le fue retirado el pasaporte para obligarla a que se prostituyera durante dos meses y 22 días, "sin salir del local y sin recibir cantidad alguna".

Además de la privación de libertad, los acusados se enfrentan a una multa de 15 euros diarios durante 18 meses. En concepto de responsabilidad civil, deberán indemnizar conjuntamente a las tres testigos con 2.000 euros a las dos primeras y 3.000 a la tercera en concepto de daños morales. El juez ha decretado la clausura definitiva del establecimiento.