Las investigaciones se iniciaron en noviembre de 2004, cuando agentes del instituto armado destinados en el aeropuerto de Barajas establecieron un dispositivo para interceptar este tipo de sustancias, ante los indicios que apuntaban la posibilidad de que estuvieran exportándose principalmente a Estados Unidos, informa la Guardia Civil.

Esta operación permitió localizar un envío declarado como material informático que contenía carcasas de los aparatos. Al inspeccionarlo, los investigadores descubrieron en su interior diversas ampollas camufladas, que resultaron contener metenolona y testosterona.

Seguidamente, se localizó al presunto autor del envío, y se pudo determinar que enviaban este tipo de sustancias prohibidas de forma esporádica y las vendían incluso en gimnasios y tiendas de alimentación.

Registros en Toledo y Madrid

Más adelante, se practicaron dos registros domiciliarios en Madrid, uno en Toledo, dos en tiendas de alimentación deportiva ubicadas en la capital y en tres gimnasios, dos ubicados en Madrid y un tercero en Leganés.

En el domicilio del principal encausado la Guardia Civil localizó un laboratorio casero e igualmente, se intervino un potente equipo informático desde el que se gestionaba la página web donde se ofertaban los referidos productos.

Los detenidos son E.N.V., de 33 años, a quien se le imputan los delitos de contrabando, contra la salud pública y contra la propiedad industrial; J.S.V., de 40 años, quien cuenta con antecedentes por hechos similares y regentaba una tienda especializada en alimentación para deportistas; A.G.P., de 48 años, monitor en dos gimnasios madrileños; F.G.P., mujer de 45 años, regentaba uno de los gimnasios donde se localizaron sustancias prohibidas.

A través de Internet

El principal encausado de esta organización disponía de una página web a través de la cual los interesados establecían los contactos para encargar la sustancia.

Para evitar ser descubierto, utilizaba diferentes empresas de paquetería, entregando el material en un horario muy próximo a la salida del vuelo y dando referencias falsas de identidad, de forma que permanecía un tiempo muy escaso en las instalaciones aeroportuarias.

Para hacerse con las sustancias prohibidas, contactaba con sus proveedores, contando para el etiquetado, envasado e incluso la elaboración con un laboratorio en su domicilio.

Las sustancias intervenidas son, principalmente,

Su uso sin control sanitario puede acarrear graves consecuencias para la salud, como tumores hepáticos, retención de líquidos e hipertensión arterial, aumento del colesterol y otros riesgos cardiovasculares que pueden derivar a enfermedades coronarias o depresión.

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