La Consejería de Empleo y Bienestar Social del Gobierno de Cantabria ha distribuído un total de 10.500 gúias para cuidadores no profesionales de personas en situación de dependencia, tanto en formato papel como en dvd.

Según datos aportados a Europa Press por el Instituto Cántabro de Servicios Sociales, de dicha cifra, 8.500 se han enviado directamente a los domicilios de las personas que atienden a dependientes, mientras que otras 2.000 se han remitido a centros de salud, consultorios, etc.

La guía, editada por la Dirección General de Políticas Sociales de la Consejería de Bienestar Social, pretende ayudar a las personas que se enfrentan al hecho de que alguien cercano dependa de ella para las actividades básicas de su vida cotidiana.

En este sentido explica que este periodo de "ajuste" a la nueva situación suele desarrollarse a través de diferentes etapas, una primera en la que es frecuente negarse a aceptar la evidencia de que un familiar necesita la ayuda de otras personas para las actividades cotidianas, para después, en una segunda etapa, buscar información acerca del trastorno que sufre el familiar, sus causas, cómo puede evolucionar la enfermedad, o qué cuidados serán necesarios.

Posteriormente llegaría la etapa de organizar los cuidados, y en la que, si la persona cuidadora cuenta con información y recursos externos de ayuda, con la voluntad de la familia para compartir la responsabilidad y con una idea más precisa de los problemas a los que enfrentarse, podrá sentirse progresivamente con más control sobre la situación y aceptará mejor estos cambios en su vida.

Alcanzado ese mayor control sobre la situación, se inicia una etapa de adaptación en la que las personas que cuidan son más capaces de manejar con éxito las demandas de la persona cuidada: presentan mayor disposición a buscar la ayuda de otras personas con experiencias similares, y se dedican más tiempo a sí mismos (actividades, amistades, otros familiares, etc).

La guía contiene después distintos apartados que analizan los cambios en el entorno que se producen al cuidar de una persona en situación de dependencia (cambios en las relaciones familiares, en la salud, cambios emocionales, en la situación laboral, y en la económica).

No obstante destaca que no todos los cambios son negativos, ya que cuidar a una persona cercana puede ser, a pesar de su "dureza", una experiencia muy satisfactoria, que supone luchar por alguien a quien se quiere y que ayuda a descubrir en uno mismo cualidades hasta entonces desconocidas.

Cuidarse y cuidar

La guía advierte que la persona cuidadora debe estar atenta, para poder detectar una serie de señales que pueden indicarle que algo va mal, que está empezado a acusar el cansancio en la labor del cuidado y debe poner remedio a la situación.

Destaca al respecto que a veces, en la tarea de cuidar se descuidan aquellas actividades que permiten recuperarse del cansancio y de las tensiones de cada día, y subraya que los cuidadores que mejor se sienten son los que mantienen unos hábitos de vida saludables que les llevan a estar en las mejores condiciones físicas y psicológicas para cuidar de sí mismos y de su familiar.

En cuanto a los cuidados de la persona dependiente, aconseja apoyar su autonomía, no haciendo las cosas que la persona cuidada aún puede hacer por sí misma, y también ofrece otras sugerencias como adecuar la vivienda a las necesidades de la persona dependiente.

Además ofrece una serie de consejos prácticos, que también contiene la guía audiovisual en donde se muestra de forma sencilla cómo asear a una persona en la cama; los primeros auxilios; ayuda en la marcha, o cambios posturales, entre otros.