La Asociación Nacional de Armadores de Buques de Pesca Congeladores de Marisco (Anamar), con sede en Huelva, ha pedido a la Unión Europea que interceda para que los barcos españoles puedan seguir faenando en Mauritania a partir del mes de julio debido a la prohibición de "forma unilateral" de Mauritania de que los marisqueros pueden utilizar la cadena quisquillera, su principal herramienta de pesca.

Así lo ha explicado a Europa Press el presidente de Anamar, Ángel Muriel, quien ha incidido en que esta decisión se ha tomado "de forma unilateral" por parte de Mauritania y ha explicado que supondrá que la flota, una vez culmine la parada biológica, no pueda volver a faenar el mes de julio.

En este sentido, ha remarcado que la prohibición del uso de la cadena quisquillera supone "un importante perjuicio" para la flota, formada por 24 buques onubenses, ya que sin este utensilio las capturas disminuirían entre un 20 y un 40 por ciento, así como ha precisado que el hecho de no contar con esta herramienta permite un aumento del descarte del 50 por ciento.

De este modo, ha indicado que estas cifras se desprenden de los estudios realizados por biólogos españoles y mauritanos, por lo que ha destacado la importancia de este aparejo.

Ante esta situación, Muriel ha insistido en la importante de la ayuda de las distintas administraciones —Unión Europea, Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino y Junta de Andalucía— para que de cara al próximo mes de julio puedan volver a faenar en el caladero mauritano, ya que en caso contrario, esto acarrearía la pérdida de "unos 500 empleos directos, casi 2.000 indirectos y la parada de unos 25 buques".