Un artista sin barreras

La muestra permite conocer, de manera cronológica y temática, todos los campos en los que el pintor desarrolló su creatividad.

Protegido de Maximiliano I, que reconoció su indudable talento desde que descubrió sus cuadros, Durero fue un artista completo que abordó sus obras con muy diversas técnicas: dibujos a punta de plata, lápiz, pluma, grabados en madera y cobre, pintura al óleo sobre tabla...

Ocho etapas sirven para estructurar esta extensa colección. Merecen especial atención sus grabados a buril, en los que alcanzó la cumbre de esta técnica y que contribuyeron a la difusión de los ideales del humanismo.

Tampoco hay que perder de vista su gusto por la representación del desnudo humano y el estudio de las proporciones, un aspecto esencial de su pintura realmente novedoso para aquella época. Muy atractiva es también la sala que recoge sus procesos de creación, donde se muestran los estudios en los que fraguó muchas de sus obras maestras.

También se pueden descubrir sus primeros años de formación, sus estudios de la Naturaleza y su gusto por la representación de estampas religiosas.

PINTURAS del Prado

Cuatro obras pertenecientes a la colección permanente del Prado forman parte también de la exposición. Entre ellas están los famosos Adán y Eva (los dos primeros desnudos de tamaño natural que se hicieron en pintura en el norte de Europa, a la izda.), Autorretrato (pintado cuando tenía tan sólo 13 años, a la dcha.) y Retrato de personaje desconocido.

* Museo del Prado. Pº del Prado, s/n. Tel.: 913 302 900. Precio: 6 y 3 euros. Hasta el 29 de mayo.