UPA y COAG de Burgos denunciaron que este fin de semana un ganadero burgalés de Vilviestre del Pinar ha sufrido un nuevo ataque de lobos en su explotación, lo que supone que desde agosto del año pasado han sido varias las lobadas que se han cebado en su rebaño.

En esta ocasión, han sido cinco churras autóctonas las que han muerto y otras dos las que han quedado malheridas, a pesar de que el ganadero cuenta con seis mastines en su explotación.

Se da la circunstancia de que los animales de este ganadero son de altísima calidad genética, y que por lo tanto las pérdidas son muy elevadas. En este sentido, COAG y UPA advierten que a esas pérdidas económicas por la muerte de ovejas hay que sumar otros daños colaterales derivados de los animales heridos que hay que sacrificar o de las consecuencias del estrés causado por los ataques de los lobos, como mayor infertilidad, abortos o menor producción de leche y carne.

La 'Alianza por la Unidad del Campo', que integran UPA y COAG, denuncia nuevamente el "descontrol y despropósito político" de la Junta de Castilla y León en materia de gestión del lobo, puesto que son muchas las manadas de estos animales salvajes en la provincia y en el resto de la región.

Ante ello, ambas organizaciones vuelven a recordar al Gobierno regional que, tal y como está gestionando el lobo, no hay otra opción más que "o lobos o ganaderos", ya que estos animales salvajes son incompatibles con la ganadería extensiva.

Por este motivo, reclaman indemnizaciones directas, pagos por el lucro cesante y medidas efectivas para controlar las poblaciones de cánidos en Castilla y León, donde hay censadas más de 200 manadas que se extienden ya por la mayor parte de la Comunidad Autónoma, con especial presencia en Ávila, Zamora y Salamanca, pero con una creciente y preocupante proliferación en Segovia, Burgos y parte de Palencia.