El PSOE de Oviedo ha presentado este sábado una solución urbanística para reordenar de forma "definitiva" el tráfico en los accesos norte y sur a la ciudad y evitar, con ello, la "permanente saturación" que ha resultado de la "falta de planificación" del actual equipo de Gobierno.

En rueda de prensa, la candidata socialista a la Alcaldía, Paloma Sainz, ha explicado que la actuación tendría un coste aproximado de seis millones en el caso del nudo norte, que conecta la capital con la Y, y de entre 20 y 25, por el acceso sur a la meseta, con lo que el montante total de la operación rondaría los treinta millones de euros.

El arquitecto Julio Redondo ha precisado que en la actualidad, tanto el acceso a la Y como el de la A-66 presentan una "dimensiones insuficientes", con congestiones que dan lugar a demoras y que provocan el 80 por ciento de los accidentes que se registran en la capital.

De esta forma, la solución presentada de forma gráfica por los socialistas se basaría fundamentalmente en soterrar el tráfico en ambos accesos mediante una combinación de túneles y carriles a distintos niveles.

Según el anteproyecto, en el acceso norte se habilitarían dos carriles en la mediana de la autopista Y que permitirían el acceso rodado de forma directa a la calle Víctor Chávarri. Además, los trabajos incluirían, entre otras reformas, la instalación de paneles informativos sobre los eventos de la capital y una mayor peatonalización del área, con los consiguientes beneficios medioambientales.

Por el sur, el PSOE pretende trasladar la actual confluencia entre las calles Calvo Sotelo y Hermanos Pidal a un nudo más adentrado en la autovía A-66, con lo que se evitaría la carga de tráfico que sostiene la Plaza de Castilla. Además, un túnel conectaría directamente la plaza de la Gesta con la salida hacia León.

Paloma Sainz ha precisado que la financiación de la obra precisaría de la colaboración público-privada y ha confiado en la colaboración del Gobierno regional para financiar el coste de los trabajos de la plaza de la Cruz Roja, puesto que "afectaría también al resto de Asturias". A su juicio, no se trata simplemente de una solución viaria, sino de "una apuesta por el futuro de la ciudad".