El ministerio fiscal pide una pena de ocho años de prisión para un hombre acusado de prender fuego al domicilio familiar, en el que se encontraba su hermano durmiendo, porque se sentía "menospreciado". El fuego se extendió por el edificio y cuatro vecinos resultaron heridos por intoxicación leve.

El juicio contra este hombre estaba previsto para este jueves, en la sección cuarta de la Audiencia Provincial de Valencia, pero se ha suspendido hasta nueva fecha. Se enfrenta a una pena de ocho años de cárcel por un delito de incendio, y a pagar 10 euros diarios durante ocho meses por cuatro faltas de lesiones.

El incidente tuvo lugar sobre las 23 horas del 30 de enero de 2006 en la localidad valenciana de Sedaví. El acusado se encontraba en ese momento en la vivienda familiar, ubicada en la calle del Sol, junto a su hermano, que estaba durmiendo.

El hombre cogió una botella de alcohol, la derramó sobre el colchón de su propia cama y le prendió fuego con una cerilla. Luego se fue de la vivienda sin avisar a nadie. Acudió al cuartel de la Guardia Civil y confesó a los agentes que acababa de quemar su casa, que "lo había pensado mucho" y que "se sentía menospreciado por su familia", según recoge el escrito provisional del fiscal.

Al sentir el olor del humo, el hermano del acusado se despertó y decidió huir al ver la habitación de su hermano en llamas. También avisó a unos cuantos vecinos para que se marcharan del edificio. No obstante, algunos de ellos no lograron salir de la vivienda dada la envergadura del fuego en las zonas comunitarias. Así, tuvieron que permanecer en el interior hasta la llegada de los bomberos.

Como consecuencia de estos hechos, cuatro vecinos sufrieron intoxicación leve por monóxido de carbono. Además, se deterioraron las instalaciones comunitarias. El procesado ha estado privado de libertad desde el día de los hechos hasta el 26 de octubre de 2006.