Alejando Abarca 'El Enano' acepta nueve meses de prisión por quebrantar su condena cuando asesinó a Ana Niculai

El acusado sale del centro penitenciario de Palma para ser juzgado y alcanza un acuerdo de conformidad con Fiscalía

Alejando de Abarca, presunto asesino de la joven rumana Ana Niculai, quien el 19 de julio del pasado año fue hallada calcinada en el interior de un maletero en la localidad mallorquina de Muro, se ha conformado a una pena de nueve meses de prisión tras declararse culpable de un delito de quebrantamiento de condena en el que incurrió el fin de semana que salió de permiso de la cárcel y acabó con la vida de la mujer.

El acusado, más conocido como 'El Enano', ha sido trasladado desde el centro penitenciario de Palma, donde se encuentra ingresado de forma preventiva, a los Juzgados de Vía Alemania bajo fuertes medidas de seguridad y ha permanecido en los calabozos hasta que ha sido conducido a la sala de vistas donde debía ser enjuiciado. Ya en el Juzgado de lo Penal número 4, el reo ha alcanzado un acuerdo de conformidad con la Fiscalía, que inicialmente solicitaba para él un año de cárcel.

De Abarca ha reconocido así que se encontraba de permiso -cumplía condena en tercer grado en un centro de reinserción social- cuando presuntamente secuestró a Niculai y acabó con su vida. 'El Enano' se dio a la fuga y fue detenido una semana después, unos hechos que están siendo investigados por el Juzgado de Instrucción número 1, que ha decidido por el momento enviar a juicio las actuaciones relativas al quebrantamiento, de forma separada al presunto delito de asesinato.

Cabe recordar que, tras ser arrestado y pese a que en un primer momento negó su vinculación con el suceso, De Abarca confesó que mató a Niculai con una inyección de heroína. El imputado aseguró que su única intención era robar el vehículo de la joven para ir hasta Son Banya a por droga, tras lo cual también él se inyectó heroína y 'speed'. Relató que la maniató, la golpeó por detrás y con una mordaza la introdujo en el maletero, donde fue hallada calcinada. Todo apunta a que la muerte se produjo por un fuerte golpe en la cabeza, asfixia, un golpe de calor así como por los efectos de la combustión.

Por todo ello, De Abarca se enfrenta a los presuntos delitos de asesinato, robo, conducción temeraria, quebrantamiento de condena -por el que ha sido juzgado- y detención ilegal. Mientras tanto, el pasado mes de noviembre el inculpado se sometió, a petición de su letrado, a una prueba de tóxicos dirigida a determinar si consumó sustancias estupefacientes antes de acabar con la vida de la joven rumana, y de cuyo resultado podría valerse su defensa para solicitar la atenuante de drogadicción.

Por ahora, restan algunas diligencias para que finalice la instrucción del caso y el juez pueda dictar auto para transformar la causa a procedimiento de tribunal del jurado. Por el momento están pendientes los resultados de un análisis para averiguar si además se produjo un delito sexual, así como del informe de la policía científica acerca de la inspección ocular llevada a cabo en los lugares donde se produjeron los hechos.

Cabe recordar que, al margen de este procedimiento, el Juzgado de Instrucción número 8 tramita otras diligencias por un robo presuntamente perpetrado por De Abarca en una vivienda de Can Pastilla, aunque hasta el momento el imputado ha negado tener vinculación con estos hechos.

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