El candidato del PSCL a la Presidencia de la Junta, Óscar López, ha asegurado quedarse con la faceta "dialogante" del presidente de la Junta y candidato a la reelección por el PP, Juan Vicente Herrera, frente a la de "romper puentes".

"Creo que hay dos 'Herreras': uno siempre está dispuesto al diálogo, a la negociación y al acuerdo y el otro rompe puentes. Yo me quedo con el primero", aseveró en una entrevista concedida a Europa Press el tercer día de campaña en respuesta a una cuestión sobre las principales virtudes y defectos del candidato 'popular', a quien pidió además que cuando le hablen "los ángeles y los diablos" ("que los tiene") haga "más caso" a los primeros que a los segundos.

"Siempre que hablo de ellos saben quiénes son", apuntó en referencia a las identidades de unos y otros, a quienes no quiso poner nombre y apellidos, y después de reiterar su desconocimiento sobre el origen del distanciamiento existente entre presidente de la Junta y líder de la oposición —"¿cómo se sentiría si alguien deja de hablarle y no le dice por qué?"—.

Por su parte y pese a las actuales desavenencias no faltará el "espíritu de acuerdo", comprometió antes de recordar que las circunstancias incluso le llevaron a "pedir perdón", práctica por la que "nunca" se opta en política.

El trabajo y el esfuerzo personal, aspectos en los que "cree", constituyen sus principales virtudes —"quiero creer que soy una persona trabajadora"— mientras que no duda en calificar de "excesivo" el tiempo que está "robando" a sus seres queridos. "Sé que lo estoy haciendo y es excesivo".

Una respuesta a cada tema

Elegido secretario general del PSOE de Castilla y León en septiembre de 2008, López, quien confesó que aunque sin haberlo hablado "con nadie" ya había 'coqueteado' con la idea de liderar el PSCL y que fue una conversación con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, la que le llevó a tomar la decisión personal de afrontarlo, recuerda la "ilusión" que le provocó el reto.

"Creo en lo que hago y estoy absolutamente convencido de que vamos a conseguir gobernar en Castilla y León, y por tanto disfruto".

El panorama encontrado en el PSCL de aquel momento era el de cualquier partido "después de 21 años en la oposición". "Dicen que el poder desgasta pero la oposición desgasta mucho más y era evidente que había que rearmar los equipos, el discurso, la ilusión y el proyecto y eso es lo que llevo haciendo tres años".

El principal logro desde entonces ha sido "tener una propuesta a cada asunto" surgido, haber "siempre" fijado su posición o tenido una respuesta a los diferentes temas, no haber estado "nunca callados" y siempre "en contacto con los colectivos afectados".

"Incluso hemos firmado acuerdos que eran buenos para la Comunidad. Yo me quedo con eso". Frente a ello, las principales dificultades han venido determinadas por la extensión de la Comunidad. "Es difícil hacer política en una Comunidad con nueve provincias donde, para reunirse contigo, una persona tiene que hacer dos horas de coche para ir y dos para volver".

A este hecho responde su "obsesión" por "generar más equipos, más personas" y por "enganchar a más gente" para el "proyecto" a fin de salvar distancias. "Estoy convencido de que lo estamos haciendo y lo vamos a seguir haciendo".

Por otro lado, el "desconocimiento" que el candidato socialista reconoce que existía sobre él cuando desembarcó en 2008 en la Comunidad ha centrado también parte de los esfuerzos del PSCL desde entonces y en la actualidad, afirmó satisfecho, los niveles de conocimiento son "muy aceptables" y "muy buenos" en el caso de la valoración.

"Hemos hecho miles y miles de kilómetros y hemos estado en permanente contacto con la sociedad; he estado tres años en la calle, en pueblos, en ciudades... no he pisado el despacho porque eso es lo que tiene que hacer un partido: estar en contacto con la sociedad", concluyó.