El propietario de la mercería Laura, uno de los dos locales de la zona comercial de Valdecilla que han anunciado que permanecerán abiertos hasta que se produzca el derribo, ha denunciado "el abuso de poder" que esta ejerciendo la concesionaria, Estacionamientos Controlados S.A., porque así defiende su "dignidad".

El propietario de este establecimiento, quien prefiere mantener su nombre en el anonimato, ha señalado en declaraciones a Europa Press que cree que el centro comercial se va a derribar por "el interés comercial" que suscita a la concesionaria "la ampliación del parking", ya que es ésta quien explota el negocio del aparcamiento subterráneo.

Ha explicado que los comerciantes no fueron avisados de que esta situación podía darse cuando firmaron los contratos de arrendamiento, que son por 10, 15 ó 20 años, y que aún siguen vigentes.

En este sentido, ha señalado que la concesionaria quiere "rescindir los contratos unilateralmente", es decir, sin tener en cuenta a la otra parte vinculada, que son los comerciantes que ejercen en estas instalaciones su actividad comercial.

La concesionaria no ha negociado ningún aspecto del cierre con los comerciantes y sólo se les ha avisado con 15 días de antelación a través de un escrito de que el día 9 de mayo comenzaba el desalojo de los locales para su posterior derribo, ha explicado este empresario.

Además, según ha dicho, la concesionaria no les ha propuesto "ningún tipo de solución" respecto al futuro de sus negocios.

Sin embargo, uno de los negocios que ya ha echado el cierre, muestra en sus vitrinas un cartel informativo en el que indica: "Cerrado hasta la finalización de las obras del Hospital".

A este respecto, el arrendatario de ese local ha indicado, en declaraciones a esta agencia, que él sólo ha escrito "lo que pone en el contrato", aunque no sabe "dónde se ubicará su local", ya que no hay conocimiento de que vaya a haber una nueva zona comercial en el recinto del Hospital Valdecilla.

El propietario de la mercería también ha señalado que no se ha emprendido "ninguna acción legal" ya que los comerciantes no tienen "ningún argumento" con el que sostenerla o justificarla.

En estos momentos, los dos locales que se han negado a cerrar, la mercería Laura y la tienda de perfumería Yedra, permanecen con sus negocios activos, mientras que el resto ya han cerrado o están vaciando el género y el mobiliario de sus respectivos locales.

Un desalojo que se prolongará también durante la jornada del martes, 10 de mayo, para después proceder a vallar la zona para el derribo. Así, en el área comercial este lunes ya se han cerrado los aseos, donde se ha cortado el agua, además se han eliminado "todos los elementos de seguridad y limpieza", como extintores o papeleras, así como los bancos que había en la zona central de este área comercial.