La Audiencia de Cantabria ha impuesto una pena de dos años y diez meses de prisión a los dos autores del robo a un bar de Santillana del Mar en el que murió el tercer integrante de la banda, disparado por el propietario del negocio, que se encontraba en su interior en ese momento.

Estos hechos se produjeron durante el puente de la Constitución de 2009, y está pendiente la celebración del juicio, con jurado, por el delito de homicidio doloso al que se enfrenta el propietario del bar.

En este caso, la Sección Primera de la Audiencia Provincial se pronuncia sobre el robo en sí, perpetrado en la madrugada del 6 de diciembre de 2009. Uno de los condenados, junto al asaltante que falleció accedieron por la fuerza al negocio, para forzar las máquinas tragaperras, mientras el otro procesado esperaba en el exterior, al frente del vehículo.

Pero mientras estaban allí, el hostelero, cuya vivienda formaba un conjunto con su negocio, les oyó, cogió una escopeta, les amenazó y disparó al suelo para ahuyentarles, de forma que uno resultó herido, y el otro falleció.

Los acusados huyeron con parte de lo que habían sustraído, 2.978 euros, abandonado el resto. Y causaron daños por un importe de 1.556, cifras con las que en esta sentencia deben indemnizar al hostelero.

Inicialmente, el Juzgado de lo Penal número 1 de Santander condenaba a los dos asaltantes, A.C.D. y T.B. a dos años de prisión a cada uno por un delito de robo con fuerza en casa habitada (al ser el local también la vivienda del hostelero).

Tras estudiarse sus recursos, el matiz que incorpora la Audiencia es que no considera que pueda considerar el establecimiento una casa habitada, ya que la intención de los asaltantes era entrar en un bar, del que no podía deducirse que era una vivienda, y de hecho actuaron sobre la máquina tragaperras.