AIDO y una imprenta trabajan en un proyecto para mejorar el control de tintas en la impresión de los envases

El Instituto Tecnológico AIDO, junto con la imprenta Elche Cartón, está trabajando en el proyecto Thermoprint, cuyo objetivo es desarrollar un nuevo método para mejorar el control y el uso de las tintas termocrómicas aplicadas a la impresión offset, con el fin de aumentar la calidad del producto, minimizar las pérdidas de materias primas y reducir los tiempos de producción.

El Instituto Tecnológico AIDO, junto con la imprenta Elche Cartón, está trabajando en el proyecto Thermoprint, cuyo objetivo es desarrollar un nuevo método para mejorar el control y el uso de las tintas termocrómicas aplicadas a la impresión offset, con el fin de aumentar la calidad del producto, minimizar las pérdidas de materias primas y reducir los tiempos de producción.

Según ha informado AIDO en un comunicado, "una botella de vino cuya etiqueta cambia de color para avisar que ya ha alcanzado la temperatura idónea para ser servida, una lata de cerveza que revela con sólo mirar su tonalidad si ya está bien fría, pilas que muestran su nivel de carga o envases alimenticios que indican si se ha roto la cadena de frío" es posible "gracias a la fabricación de tintas termocrómicas, capaces de modificar su color ante una determinada variación de temperatura".

El Instituto ha indicado que, a pesar de que estos materiales "abren un nuevo mercado, ofreciendo a los clientes productos de mayor valor añadido y novedosas funcionalidades, el principal hándicap al que se enfrentan las empresas que desean fabricar y comercializar este tipo de tintas es su elevado precio".

El estudio que están llevando a cabo AIDO y Elche Cartón tiene como misión fundamental abaratar los costes de este tipo de tintas "respetando su máxima calidad, de manera que resulten accesibles a la industria gráfica y puedan popularizarse entre los fabricantes que apuesten por dar un mayor servicio al consumidor".

Esta tecnología proporciona a las empresas una "nueva oportunidad" de incrementar el valor de sus productos o servicios al indicar al usuario "cuál es la temperatura ideal de consumo de un determinado producto".

Según AIDO, las tintas termocrómicas más utilizadas emplean pigmentos de color que se vuelven incoloros cuando superan una temperatura de activación. En el caso de que la temperatura no se encuentre entre los valores previamente estipulados, la tinta desaparecerá y, en el caso contrario, "será visible".

Los pigmentos de este tipo de tintas penetran en el soporte y no se eliminan mediante la aplicación de aceites, ceras o barnices. Las tintas termocrómicas pueden ser reversibles o irreversibles y cambian de color a una temperatura predefinida entre -10 y 70 grados centígrados. Además, determinados tintes -denominados leuco- permiten un mayor rango de aplicaciones actuando, por ejemplo, como termómetros impresos.

Con respecto al papel de AIDO en el proyecto Thermoprint, Rufino García, responsable de la empresa Elche Cartón, destaca que el instituto "se ha encargado del análisis, tanto de las propiedades de impresión como de las colorimétricas de las tintas termocrómicas, con el fin de encontrar las condiciones de impresión óptimas para este tipo de tintas".

El proyecto Thermoprint está financiado por el Instituto de la Mediana y Pequeña Empresa de la Generalitat Valenciana (IMPIVA) y por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).

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