La Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas de la Xunta ha dado el visto bueno definitivo al Plan General de Ordenación Municipal (PGOM) de Lugo, que había sido aprobado con los votos favorables del PSdeG y del PP y en contra del BNG.

Según han informado fuentes gubernamentales, la Xunta aprueba el PGOM y sólo requiere cambios en el cinco por ciento de la superficie. Esta aprobación se produce tras casi diez años de tramitación del plan.

La Xunta ha indicado en un comunicado de que ha trasladado esta mañana la decisión al Ayuntamiento de Lugo a través de una orden en que se hace constar que, en cualquier caso, quedan pendientes de aprobación determinados entornos de suelo urbanizable rural y urbano en los que hay que introducir modificaciones, pero que "sólo afectan al 5% del municipio".

Para solucionarlo, ha indicado el Gobierno autonómico, el Ayuntamiento debe redactar ahora un nuevo documento de refundido que incluya los ámbitos aprobados en esta orden y esas modificaciones que afectan al 5% del suelo, así como los cambios acordados en el pleno municipal en la aprobación provisional. Tras estos trámites, el texto debe someterse "a la aprobación definitiva".

El departamento que dirige Agustín Hernández ha recordado que el Ayuntamiento remitió el pasado 3 de febrero el PGOM para su estudio a la Xunta y que, una vez revisado por los técnicos, se constató que "la mayoría de las deficiencias recogidas" en la orden anterior de no aprobación —del 13 de noviembre de 2009— fueron "enmendadas o justificadas" en el documento aprobado provisionalmente por el pleno municipal del 30 de diciembre del año pasado.

También acordó la corporación municipal introducir cambios por los informes sectoriales que en ese momento aún no estaban reflejados en el planeamiento que forma parte de la documentación.

Modificaciones pendientes

La consellería ha concretado que dentro de ese 5% de suelos que quedan por modificar se encuentran suelos que no pueden ser considerados urbanizables por concurrir circunstancias que determinan que deben ser clasificados como rústicos, salvo "justificación adecuada". "En este sentido la necesidad de crecimiento no justifica la destrucción de los valores del suelo rústico", ha apuntado y ha indicado que en este caso se encuentran 7.665 metros cuadrados, el 0,0023% de la superficie incluida en el PGOM.

En cuanto a los suelos de núcleo rural, el departamento responsable de medio ambiente y territorio ha expuesto que "no se corrigieron todas las áreas de expansión" señaladas en la orden de no aprobación y, en concreto, en puntos que afectan a terrenos que deberían ser clasificados como suelo rústico de especial protección de infraestructuras, zona de cursos fluviales y yacimientos arqueológicos.

En este punto también es necesaria la revisión de las distancias de 50 y 200 metros. De los 258 suelos de núcleo rural del ayuntamiento, 60 tiene que modificar las delimitaciones de las áreas de expansión. La superficie de suelo urbanizable que queda suspendida es de 5.591.440 metros cuadrados en 20 zonas, lo que supone el 1,696% de la superficie del plan municipal.

Año y medio para subsanar deficiencias

Por último, en relación con los suelos urbanos se pide al Ayuntamiento que "complete, acredite y justifique" diversa documentación sobre un suelo urbano con planeamiento incorporado. La superficie de los 60 suelos de núcleo rural que tienen que revisar su expansión es de 9.510.731 metros cuadrados, el 2,88% de la superficie del PGOM.

La consellería ha indicado que Lugo tardó "un año y tres meses" en subsanar la mayor parte del documento y que en ese mismo tiempo los técnicos de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas y el Ayuntamiento se reunieron cuatro veces con este fin. El municipio se rige por un PGOM de diciembre de 1990 y pidió la redacción de un nuevo documento en septiembre de 1997.