Cinco hombres cumplirán entre 7 y 11 años de cárcel por su relación con un envío de 130 kg al Puerto

La sección segunda de la Audiencia Provincial de Valencia ha condenado a cinco hombres a cumplir penas de entre 7 y 11 años de prisión por su relación con un cargamento de 130 kilos de cocaína intervenido en un contenedor en el Puerto de Valencia en el año 2008. También tendrán que pagar multas de 14 millones de euros.
Ciudad De La Justicia
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EUROPA PRESS
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La sección segunda de la Audiencia Provincial de Valencia ha condenado a cinco hombres a cumplir penas de entre 7 y 11 años de prisión por su relación con un cargamento de 130 kilos de cocaína intervenido en un contenedor en el Puerto de Valencia en el año 2008. También tendrán que pagar multas de 14 millones de euros.

En concreto, uno de ellos cumplirá siete años de prisión por un delito contra la salud pública, con la circunstancia agravante de reincidencia; otro ha sido condenado a siete años y medio por el mismo delito y por otro de falsedad en documento mercantil; el tercero cumplirá ocho años y medio por los mismos delitos del segundo; el cuarto ha sido condenado a nueve años por un delito contra la salud pública; y el quinto a 11 años por este delito y uno de tenencia ilícita de armas.

Según consta como probado en la sentencia, los condenados se enteraron del envío desde Perú de una partida de cocaína para su distribución en España. Así, se concertaron para extraer una cantidad de la droga oculta en un contenedor a su llegada al Puerto de Valencia.

Para llevar a cabo este propósito, el 30 de junio de 2008, el gerente de dos empresas de transporte facilitó a uno de sus trabajadores el alias y el teléfono de otra persona, que le tenía que acompañar para introducirse en la terminal de contenedores del Puerto con una orden de carga manipulada. Mientras tanto, otros dos individuos, como habían acordado previamente, se encontraban apostados en un lugar no determinado de la terminal, desde el que podían vigilar sin ser vistos.

Una vez dentro del Puerto, las dos personas que iban en el camión pararon a la altura del contenedor que portaba la droga, y uno de ellos extrajo cuatro bolsas de deporte oscuras, que llevó al vehículo y, con la ayuda de su compañero, las metió en la zona de la litera, lugar en el que se encontraban cuando les sorprendió el vigilante de seguridad del Puerto.

El vigilante les pidió la orden de carga, y al comprobar que no correspondía con el lugar y las características del vehículo, avisó a su compañero de la garita quien, a su vez, llamó a la Guardia Civil. Recibido el aviso, se personaron cinco agentes, quienes inspeccionaron en la cabina y encontraron las cuatro bolsas cerradas con candados.

Cuatro millones

Tras romper los candados, comprobaron que contenían tabletas rectangulares prensadas y envasadas al vacío con varios envoltorios de plástico. Resultó ser cocaína, con un peso de 134.516,25 gramos, cuyo valor en el mercado ascendería a cuatro millones de euros.

En los días previos al 30 de junio, el gerente de las empresas y su trabajador —ambos condenados— imprimieron en una de las entidades una orden de carga original de otro camionero, cambiando la fecha y la hora de la misma, e hicieron desaparecer la fecha de impresión. La utilizaron después para entrar al Puerto.

Asimismo, en diciembre del mismo año, los agentes realizaron un registro en la vivienda de uno de los condenados, en el que hallaron, entre otros objetos, un arma de fuego tipo pistola; un cargador y una caja de munición; un arma de balines simulando ser arma de fuego; un pasamontañas; cuchillos; navajas; cogollos de marihuana; cannabis; hachís y cocaína.

El tribunal ha decidido condenarles al considerar, "sin género de duda, ni alternativa razonable alguna", que los cinco se concertaron el 30 de junio para extraer de un contenedor del puerto 134 kilogramos de cocaína de gran pureza. Se basa en las pruebas y en sus declaraciones, ya que algunos de ellos reconocieron su participación en los hechos.

Además, ha decidido no declarar la nulidad de las escuchas telefónicas autorizadas a dos de los condenados, pese a lo que solicitaban las defensas, al demostrar que se obtuvieron con autorización judicial, "mediante autos que estaban debidamente fundados en indicios serios de participación de los acusados en una trama de tráfico de drogas".

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