El ex portavoz de UM en el Parlament, Bartomeu Vicens, ha asegurado ante el juez no saber nada de los 11.000 euros en billetes de 500 que le fueron incautados a su mujer dentro de una caja de zapatos cuando el pasado 9 de abril acudió a prisión para ver a su marido, quien cumple condena en el centro penitenciario de Palma por una pieza separada del caso Son Oms. "No sabía que mi esposa lo había guardado allí y dentro de la cárcel no quería para nada ese dinero", ha incidido el imputado.

Durante su breve declaración ante el titular del Juzgado de Instrucción número 2, Juan Ignacio Lope Sola, en la que se ha negado a responder otras preguntas que no estuvieran relacionadas con estos hechos, Vicens ha manifestado que "sólo" conoce lo que le contó su mujer, Antònia Martorell, quien recibió en herencia dos pisos de su padre, que posteriormente se vendieron y tenían ese dinero en la caja fuerte de su casa, tal y como ha relatado.

Tras su comparecencia, asistido por los letrados Eduardo Valdivia y Jaime Campaner, el encausado ha sido conducido hasta el Juzgado de Instrucción número 12, en funciones de guardia, tras ser citado por la jueza Carmen González en relación a unos hechos que se encuentran bajo secreto de sumario. Posteriormente, Vicens ha abandonado las dependencias judiciales esposado y flanqueado por varios agentes hasta el vehículo policial que le ha trasladado de nuevo a la cárcel.

Precisamente, este Juzgado fue el encargado de instruir el caso Can Domenge, en el marco del cual el ex parlamentario se enfrenta a una petición de pena de seis años de prisión por parte de la Fiscalía Anticorrupción por su implicación en la venta presuntamente irregular de los terrenos palmesanos a la UTE integrada por Sacresa y Ferrá Tur por treinta millones de euros, la mitad de su valor en el mercado y de lo que ofrecía la mercantil Núñez y Navarro.

Mientras tanto, también Martorell ha sido interrogada por Lope Sola, instructor de los casos Son Oms y Maquillaje -en los que el ex parlamentario está siendo investigado-, y durante su comparecencia ha relatado que los 11.000 euros provenían de la herencia de su padre y que, después de que su marido le pidiese que le llevara unos zapatos a prisión "más de verano, lo preparé todo en una bolsa de Carrefour y cogí los zapatos sin acordarme de que el dinero estaba allí".

A raíz de estos hechos a ambos se les imputa un delito de blanqueo de capitales y otro contra la Hacienda Pública. El hallazgo de 22 billetes de 500 euros en una caja de zapatos fueron interceptados por los funcionarios de prisión antes de que pudieran llegar a manos del también ex conseller insular de Territorio. El director de la cárcel elaboró un informe sobre lo sucedido y lo remitió a la Fiscalía, mientras que el dinero incautado fue posteriormente entregado al Juzgado.

En su declaración, Martorell ha aseverado que su intención no era pasar dinero a su marido y que "fue un olvido, grave, pero un olvido". Tal y como ha relatado, de los 120.000 euros que cobró de la venta de los pisos, guardó 12.000 en una caja fuerte para sus hijas, aunque ha precisado que debido a los casos de robo en su urbanización y al estar Vicens encarcelado, "tuve miedo" y metió 11.000 euros en un zapato por ser "de los más cerrados que tenía", mientras que el resto lo dejó en la caja fuerte.

Vicens "no sabía absolutamente nada del dinero"

En esta misma línea, la imputada ha manifestado que no metió la cantidad en la cuenta de sus hijas al reconocer que lo había percibido "en negro". Martorell ha asegurado que el ex diputado "no sabía absolutamente del dinero" y ha explicado que cuando espera en la cárcel, ve cómo registran todos los paquetes de los familiares de presos". "En prisión funcionan con el peculio, no les sirve el dinero para nada", ha sentenciado.

Cabe recordar que Vicens se encuentra privado de libertad desde julio de 2010 después de que el Tribunal Supremo rebajara a tres años de prisión la pena de cuatro años y medio impuesta al ex diputado por ordenar el pago de 12.020 euros públicos a su contable particular por la elaboración de un informe sobre el valor del suelo que fue plagiado de Internet. De este modo se convirtió en el primer diputado balear condenado y hasta que abandonó su escaño en diciembre de 2009 -un día después de ser dictada la sentencia-, de él dependía la mayoría parlamentaria del Govern.