Esta joven utiliza la plata –«el oro es carísimo»–, aunque incluye también otros materiales, como «piedras, esmaltes o laca japonesa». Precisamente de Japón ha llegado un nuevo material con el que ha empezado a trabajar. «Se trata de una pasta, una especie de plastilina que se modela con las manos. Tras media hora al horno a 800 grados, sale convertido en plata», explica.

Esto es como la alquimia. «Pues sí –añade– y está también para oro, aunque es mucho más caro». La de Sara es la primera exposición sobre joyas que organiza la Escola d’Art de Sant Cugat. «Hasta ahora todas habían sido de pintura o escultura». Empezó hace unos días y cerrará el 31 de marzo.

Quienes quieran verla tienen ya pocos días. La exposición, además de las piezas de joyería, incluye fotografías del proceso de fabricación. Sara vende algunos de sus diseños a joyerías, «pero lo normal es trabajar directamente por encargo de una persona», señala. Su siguiente proyecto tiene un poco preocupada a su madre Lluïsa, que es viajar a Brasil, a la provincia de Minagerais, donde hay muchas minas de piedras utilizadas en joyería. «Voy a estudiar técnicas de tallado».

Esta artista comercializa sus piezas bajo la marca Zengue. «No significa nada en concreto, es simplemente la manera como hace años empezaron a llamarme mis amigos».

Ella misma diseñó el logotipo aprovechando un trabajo en sus estudios de diseño. Esto se llama autoexploración del propio alias.

Próxima entrega

David López. Técnico en riesgos laborales.