Al lugar, también acordonado por la policía, sólo accedieron finalmente unos trescientos jóvenes que, hacia la 1.00 horas de la madrugada, optaron por trasladarse a la plaza de la Independencia, en el centro de la ciudad, según las mismas fuentes.

Antes de llegar al lugar, en la calle de Santa Clara, se practicaron las primeras cuatro detenciones de jóvenes que habían roto los cristales de una entidad bancaria, de un establecimiento comercial y de una cabina telefónica.

Más actos vandálicos

El grueso del grupo se disolvió en ese lugar, pero una cincuentena de jóvenes se trasladó hasta la sede de la Subdelegación del Gobierno en Girona.

Allí,  quemaron contenedores de basura, y se produjeron el resto de las detenciones.

El concejal de Seguridad Ciudadana del ayuntamiento de Girona, Rafael Mas, ha destacado la coordinación entre la Policía Local y los Mossos, que "actuaron con contundencia para que los destrozos fueran mínimos".

Objetivos cumplidos

"El primer objetivo era impedir que se celebrara el botellón y se ha impedido, gracias también a la responsabilidad de la mayoría de jóvenes de Girona, que no acudieron al acto, y gracias a la coordinación y las acciones de la Policía Local y de los Mossos, que ha funcionado perfectamente", ha señalado Rafael Mas.

Los Mossos, por su parte, han informado de que en Lleida, donde también estaba convocado la noche del viernes un macrobotellón, se desplegó un amplio dispositivo policial que evitó la celebración del acto, al que sólo acudieron una cincuentena de jóvenes que no provocaron incidentes.

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