Ahora, cada uno camina por su cuenta. Shuarma, la voz de Elefantes, está embarcado en un proyecto musical diferente junto con su mujer, bautizado La media luna, y acaban de editar su primer disco. Julio Cascán, bajista, alterna su carrera como músico con la de productor (acaba de producir el segundo disco de Casa Rusa). Hugo, guitarra, además de estar componiendo para lanzarse en solitario, ya ha abierto su propio estudio de producción y está dando clases de guitarra; al igual que Jordi Ramiro, el batería, que también imparte clases de percusión y caja flamenca.

El de esta noche será un concierto muy especial, ya que los cuatro han declarado ser grandes admiradores de Sevilla, y de toda Andalucía, además de sentir predilección por el flamenco y otras músicas de nuestra tierra. Tanto es así que en casi todos sus discos estaba presenta la guitarra flamenca y en algún que otro tema, hasta las castañuelas.

* Sala Q. C/ Metalurgia, 25 (Polígono Calonge. A las 21 h. Entrada anticipada, 15 euros, en Carrefour; en taquilla, 18.

De una maqueta a la cima del pop

En una década de periplo musical, el cuarteto barcelonés ha editado cinco discos de estudio, un acústico y un doble con versiones flamencas de varios temas.

Su primer incursión en la música fue el EP de cinco temas Elefantes, en 1996. El primer disco, en 1998, fue El hombre pez, que  pasó casi sin pena ni gloria. La confirmación les llegó con Azul (foto), producido por Enrique Bunbury. Luego vino La forma de mover tus manos (2003). Su último disco de estudio, Somos nubes blancas, contó con la producción de Joe Dworniak (Radio Futura y Jarabe de Palo, entre otros) y conjugó mejor que nunca la poesía y la música. Hoy, tras una década de música, queda lejos aquel estigma de «franquicia española de Coldplay» que muchos creyeron ver en el cuarteto barcelonés.