La renuncia por escrito del presidente de Vimcorsa, Andrés Ocaña, de descartar esta iniciativa, que contemplaba crear unos 250 apartamentos, de hasta 40 m2, de entre 100 y 200 euros de alquiler, ha tranquilizado a la plataforma vecinal que puso el grito en el cielo ante este proyecto. De hecho, llegaron a tomar un Pleno con sus protestas y presentaron más de 3.600 firmas en contra de estos alojamientos. Con esta carta, los vecinos dan por terminadas sus protestas y actos reivindicativos. El Ayuntamiento, una vez calmados los manifestantes, convocará en los próximos días la comisión, en la que estarán presentes técnicos municipales y dirigentes vecinales, para decidir los equipamientos que sustituirán al malogrado proyecto.

La oposición de los vecinos de La Fuensanta supone un duro revés para Vimcorsa, que tuvo que descartar también este proyecto en el Plan Renfe por unos restos arqueológicos en el solar donde se iban a construir los mismos alojamientos. Este nuevo tropiezo puede ser la puntilla final para descartar definitivamente el proyecto.

Una historia que siempre se repite

Basta con irrumpir en el Pleno o presentar una serie de firmas para hacer cambiar de opinión al equipo de Gobierno de IU y que los proyectos que lidera acaben en la papelera. Ocurrió con las grietas de las casas de Fray Albino, donde, a pesar de que se demostró que las obras de Emacsa no las causaron, el Ayuntamiento cedió y se comprometió a pagarlas. Los vecinos también hicieron cambiar la ubicación del centro social de Facca o la ampliación de las ayudas a domicilio, entre los casos más recientes.