La Audiencia Provincial de Cádiz juzga este miércoles al presunto autor de un delito de asesinato en grado de tentativa ya que, supuestamente, apuñaló a un joven por la espalda en la zona de la movida de la localidad gaditana de Rota en el año 2009. La Fiscalía pide once años y tres meses de prisión para el acusado.

Según el escrito de calificación fiscal, al que ha tenido acceso Europa Press, los hechos tuvieron lugar sobre las dos y media de la madrugada del 6 de diciembre de 2009, cuando el acusado se encontraba en la zona de la movida roteña y en un momento dado se aproximó a la víctima, que se encontraba dando un paseo por el lugar. Creyendo que le había tirado una pieza de hielo se enzarzó con él en una discusión, en el transcurso de la cual propinó una serie de puñetazos a la víctima.

En un momento en que la víctima tropezó y cayó al suelo, el procesado supuestamente aprovechó y se abalanzó sorpresivamente por la espalda y, sacando un cuchillo de medianas dimensiones, le asestó una puñalada "con el ánimo de acabar con su vida". El cuchillo se clavó en la parte posterior izquierda de la espalda a la altura del costado, causando al agredido lesiones que de no ser tratadas de manera inmediata hubieran comprometido su vida.

Un testigo que se encontraba en la zona presenció la pelea. Tras abandonar el lugar y, estando presente el referido testigo, el procesado sacó de su pantalón un cuchillo manchado de sangre, que enjuagó en una fuente en la que también eliminaba restos de sangre de sus manos, manifestando al testigo que "no veas cómo ha entrado esto". Posteriormente, el procesado se habría deshecho del cuchillo arrojándolo al agua del muelle pesquero de Rota, no siendo encontrado.

El perjudicado logró huir del lugar en dirección a su domicilio, donde llegó sangrando abundantemente, perdiendo finalmente el conocimiento, teniendo que ser trasladado con urgencia hasta un centro hospitalario. Señala la Fiscalía que la herida no afecto a órgano vital alguno, pero sí comprometió la vida del paciente a través de las complicaciones que surgieron en su evolución posterior.

Dichas lesiones precisaron para su curación asistencia médica y tratamiento quirúrgico, tardando en curar 90 días, de los cuales 60 fueron impeditivos, quedando como secuela varias cicatrices.

La Fiscalía considera que estos hechos son constitutivos de un delito de tentativa de asesinato, por lo que pide para el procesado, que se encuentra en prisión provisional por esta causa desde diciembre de 2009, una pena de once años y tres meses de prisión, además de una orden de alejamiento de la víctima durante diez años. Asimismo, reclama que indemnice al agredido con 4.860 euros por las lesiones causadas y las secuelas.