Condenado a 20 años de cárcel el padre que asfixió a su bebé con un papel y a 10 años la madre

La Audiencia Provincial de Sevilla ha condenado a 20 años de cárcel al hombre acusado de matar en agosto de 2009 a su bebé de 28 días de edad asfixiándole con un trozo de papel higiénico de 4,5 centímetros de largo que le introdujo en la boca para que dejara de llorar, unos hechos por los que ha condenado también a la madre a diez años de prisión, según han informado a Europa Press fuentes del caso.

La Audiencia Provincial de Sevilla ha condenado a 20 años de cárcel al hombre acusado de matar en agosto de 2009 a su bebé de 28 días de edad asfixiándole con un trozo de papel higiénico de 4,5 centímetros de largo que le introdujo en la boca para que dejara de llorar, unos hechos por los que ha condenado también a la madre a diez años de prisión, según han informado a Europa Press fuentes del caso.

Los acusados, identificados como Rubén C.O. y Esther S.D., fueron enjuiciados la semana pasada en la Audiencia Provincial por un jurado popular, quien consideró a ambos culpables al entender que el padre, con numerosos antecedentes judiciales, introdujo la bola de papel en la boca de la menor y luego "empujó" hacia dentro, mientras que la madre "dilató" la asistencia sanitaria a su hija.

El abogado de la pareja, José Estanislao López, ha informado a Europa Press de que, en la sentencia, que le ha sido notificada este martes a la propia acusada, la Audiencia Provincial condena a Rubén C.O., actualmente en prisión, a 20 años de prisión por un delito de asesinato con alevosía, mientras que condena a la mujer, actualmente en libertad provisional, a 10 años de cárcel por un delito de homicidio en comisión por omisión.

En este sentido, el letrado de la defensa, que en el acto del juicio oral pidió la absolución de Esther y dos años de prisión para el procesado por un presunto delito de homicidio por imprudencia grave al entender que actuó con una "gravísima torpeza", ha anunciado que recurrirá la sentencia ante la Sala de lo Penal del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).

El jurado popular que enjuició a la pareja ya consideró probado que los hechos sucedieron el día 31 de agosto de 2009, cuando la madre se despertó en torno a las 5,40 horas para darle el pecho al bebé, lo que se prolongó hasta las 5,50 horas, momento en que el acusado se levantó para ir a trabajar y le dijo a la acusada que se acostara y que él se ocuparía de la niña.

"MORADA"

Tras ello, y al objeto de que la menor de edad se callara y dejara de llorar, el padre le introdujo un trozo de papel higiénico en la boca que produjo que la criatura dejara de respirar y se pusiera "morada", por lo que el procesado dio aviso a la madre, pero, no obstante, no la llevaron al hospital Virgen Macarena para que fuera atendida, y que se encuentra ubicado a 200 metros del domicilio, sino que llamaron al 061 en torno a las 6,47 horas, cuando el bebé estaba ya muerto y, por último, ya sí acudieron al hospital.

Durante la lectura del veredicto en la Audiencia Provincial de Sevilla, los miembros del jurado consideraron que el padre "empujó" el papel hacia dentro y que ambos "dilataron" la asistencia sanitaria a su propia hija, todo ello al tiempo que se opusieron a conceder el indulto a los encartados. Una vez leído el veredicto, el fiscal pidió para el acusado 20 años de cárcel por un delito de asesinato con alevosía, mientras que para la madre solicitó 13 años de prisión por un delito de homicidio en comisión por omisión.

En el juicio, que se prolongó por espacio de cuatro días, el procesado llegó a admitir que actuó "torpemente" al ponerle a la menor un trozo de papel higiénico en la boca, pero quiso dejar claro que su objetivo era taponarle la sangre que tenía en la comisura de los labios, donde "le había salido una pupita" a consecuencia de la fiebre causada por una infección de orina que había padecido recientemente.

Actuación "torpe"

"En ese momento empecé a limpiarla con toallitas, pero no se le cortaba la hemorragia y decidí torpemente coger un trozo de papel higiénico, echarle alcohol, enrollarlo y ponerlo entre la encía y la boca", según dijo el padre en su declaración, añadiendo que, tras ello, el bebé "se quedó más tranquilo", por lo que lo dejó boca arriba en la cuna y empezó a vestirse para ir a trabajar, pero "cuando me di la vuelta, en milésimas de segundo, el papel ya no estaba". En ese momento, según agregó, su mujer se encontraba dormida, por lo que intentó sacarle el papel él mismo.

Asimismo, aseveró que no pudo debido a que tiene las manos "grandes", por lo que ya sí despertó a su pareja, "que también intentó" sacar el trozo de papel higiénico usando incluso una pinzas. Antes de llevar al bebé a Urgencias del hospital Virgen Macarena, que se encontraba "a tres o cuatro minutos andando" del domicilio, el acusado llamó al 061 —llamada que ha sido escuchada íntegramente en el acto del juicio oral—, ya que el bebé "se estaba asfixiando, empezó a ponerse morado y hacía el intento de respirar pero no respiraba".

De su lado, la madre del bebé recordó que la noche de los hechos, sobre las 6,00 horas, estuvo dándole el pecho a su hija por espacio de diez minutos, y en ese momento el procesado se levantó "y me dijo que me echara un poco a dormir, y él se quedó con ella". "En ese momento, yo me acosté y no sé lo que hizo él", según agregó, para a continuación relatar que, "al rato, me despertó gritando que la niña se había tragado un papel y me la llevó a la habitación, donde se lo intenté sacar" sin éxito, momento en el que la niña "estaba viva".

El papel,

Tan grande como la boca de la menor

De su lado, los dos médicos forenses del Instituto de Medicina Legal de Sevilla que realizaron la autopsia al cadáver del bebé consideraron "prácticamente imposible, por no decir imposible", que un bebé con tan escasos días de vida pudiera tragarse por sí mismo el papel, por lo que opinaron que alguien tuvo que hacer "presión" hacia abajo hasta conseguir que la celulosa quedara alojada en la laringe.

"Ese mogollón de papel era tan grande como la cavidad de la boca de la menor y del tamaño de su lengua, por lo que fue ese trozo de papel el que le provocó la asfixia", según prosiguieron los facultativos, quienes subrayaron que "es altísimamente improbable" que el bebé "fuera capaz de meterse ese papel en la cavidad oral de forma espontánea", pues con esa edad "el acto reflejo es expulsar todo lo que sea sólido". "Un bebé con 28 días no tiene capacidad para ingerir elementos sólidos, por lo que alguien tuvo que empujar y hacer presión para introducir ese papel hasta la laringe", sentenciaron.

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