La Fundación Marcelino Botín acoge desde este viernes la "primera exposición" dedicada exclusivamente al valenciano Mariano Maella, artista que fue "eclipsado" por su contemporáneo Francisco de Goya. En total, se muestran 74 dibujos, de los cuales, el 70 por ciento jamás han sido mostrados al público, y de éstos, un 30 por ciento son totalmente inéditos.

La muestra se incluye en un proyecto institucional "único" en España, dedicado al dibujo, y se centra en la faceta de dibujante de este artista.

La exposición, que podrá visitarse hasta el 5 de junio, la han presentado este viernes el director general de la Fundación Botín, Iñigo Sáenz de Miera, y el investigador y comisario, el profesor José Manuel de la Mano.

Sáenz de Miera ha recordado que esta exposición es fruto de la decisión tomada por la Comisión de Arte en 2007 de "dedicar esfuerzos y recursos a recopilar y difundir el conocimiento del dibujo de los grandes artistas de la Historia de España", para así "cubrir un hueco existente en el conocimiento de la historia del arte".

Hasta ahora ya se han investigado y recuperado los trabajos de Eduardo Rosales, Antonio del Castillo, Alonso Cano y Pablo Gargallo, "en su vertiente dibujística".

Sáenz de Miera ha destacado "la coherencia del programa", con exposiciones propias que "reflejan sus iniciativas de formación e investigación", lo que ha hecho que las propuestas de la Fundación estén "a la altura de las grandes instituciones internacionales".

Por su parte, De la Mano ha explicado la trayectoria de Mariano Maella, al que dedicó sus diez años de tesis doctoral. En este sentido, ha destacado que Maella es "un artista muy importante en su época, pero bastante olvidado por la historiografía".

Así, ha explicado que antes de su investigación había un catálogo con 150 dibujos de Maella y ahora hay "más de 400", lo que supone "un cambio sustancial" que permitirá descubrir "muchos aspectos de este artista del Siglo de las Luces". GOYA '

Eclipsó todo lo que tenía alrededor"

De la mano ha explicado que el desconocimiento de este artista se debe a que "el icono del siglo XVIII es Goya, que eclipsó todo lo que tenía alrededor", pero a su juicio, en ciertos campos, "la dimensión cortesana de Maella en frescos y representaciones religiosas estuvo muy por encima de Goya".

Por ello, cree que "hay que descontextualizar al aragonés (Goya) y, quizás, desmitificarlo". En concreto ha hecho referencia a la creación de tapices en los que "Goya destacó más", pero, sin embargo, ha destacado que "Maella jamás se rebajó a trabajar para tapices".

En cuanto a los dibujos que pueden verse en la muestra, ha destacado los tres "emblemáticos" de la familia de Carlos IV, los dos de María Luisa de Parma en su época de juventud, así como los realizados para los grandes frescos que habrían de coronar las estancias de palacio para la monarquía, y las creaciones de temática religiosa, especialmente las de la Inmaculada Concepción.

El comisario ha enumerado algunas de las procedencias de las obras, que vienen de la Collection Frist Lugt de París, la Hispanic Society de Nueva York y del Getty Museum de Los Ángeles, así como del Museo del Prado o la Fundació Lázaro Galdiano, entre otros. Algunos pertenecen a colecciones particulares españolas y extranjeras, lo que permite ver dibujos que nunca antes se han expuesto.

Recuperación de la obra

José Manuel de la Mano ha estado volcado durante una década en la recuperación, en concreto, localizar y reunir, la obra del pintor valenciano Mariano Salvador Maella (1739-1819), que se dispersó en 1819 al desmantelar el taller al fallecimiento del pintor sin herederos directos.

Maella fue el único artista que alcanzó la misma categoría social y de cargos palatinos que Francisco de Goya, ya que ambos llegaron a Primer Pintor de Cámara durante el reinado de Carlos IV. Como cronista pictórico de la familia real, el análisis de Maella como dibujante brinda una magnífica oportunidad para recrear el proceso de modernización de la monarquía española durante la Ilustración.

Desde su primer esbozo, hasta las pinturas definitivas, pueden apreciarse los cambios al dictado de la voluntad del rey que interpretan, así, el proceso de cambio y de transformación de la sociedad del siglo XVIII.

La muestra se estructura en siete ámbitos en los que tras su etapa de formación y su posterior viaje a Italia, se descubren sus trabajos en la Corte y sus aportaciones en temas religiosos, como es el caso de la nueva iconografía de la Inmaculada que se difunde en la Ilustración.

Además, se pueden observar otros dibujos realizados con mayor libertad creativa y destinados a ser interpretados al buril por los más importantes grabadores de la época, y en los que alcanzó "elevadas cotas de calidad y virtuosismo técnico", que es donde se puede contrastar la evolución de su estilo.